"IMPOSIBLE EL ALEMÁN"
Soy nuevo en este menester
gracias al empujón que me ha dado una grandísima amiga de cuyo nombre sí quiero
acordarme pero que no voy a nombrar.
La educación inicial que recibí sin contar la
de mis padres vino de la mano de los Hermanos Maristas de Sevilla que no
Marxistas, para evitar confusiones dada la susceptibilidad que nos envuelve hoy
en día.
Entré en ese colegio a la edad de
cinco años y después por circunstancias laborales de mi padre, nos trasladamos
a Huelva donde volví a los Maristas. Dada la época (corría el año 1.957), antes
de entrar en clase, formábamos en el patio para cantar uno de los innumerables
himnos que se cantaban entonces, entre ellos, el Cara al Sol. Dada mi
corta edad y no entendiendo el significado de aquella estrofa que decía: “Impasible el ademán y están presentes en
nuestro afán”, se me ocurrió cambiar lo de “impasible el ademán” por “imposible el alemán”, que a mi
juicio sonaba igual y para mí el alemán era absolutamente incomprensible.
Así las cosas. Cada vez que
tocaba cantar el Cara al Sol yo decía aquello de “imposible el alemán”. Fueron muchas veces, hasta que un buen día,
¡qué horror!, tenía detrás al Hermano Estanislao y yo, sin darme cuenta de ello
canté mi versión. ¡De pronto sentí en mi cogote una colleja descomunal que me
trastocó las neuronas para bien!. Se entiende. Me explicó qué significaba lo de
impasible el ademán y me quedó claro hasta el día de hoy.
¡Bendito sea aquel sistema
educativo con clases mañana y tarde y deberes! Era duro pero efectivo y aún con
todo esto había tiempo para jugar. Hoy se quejan por tener que hacer deberes en
casa e incluso proponen eliminarlos yendo a clase 5 horas.
Otro aspecto que me llama la
atención de lo que quiere proponer el Gobierno es lo de la enseñanza en
libertad y el asunto de incluir clases de sexología en el sistema educativo que si ya de por sí
es nefasto, con eso acabará siendo nefastísimo. Me parece absolutamente
intolerable que con esas políticas educativas se pretenda adoctrinar a niños y
niñas.
Sexo no es lo mismo que
tendencias sexuales. Sexos hay solo dos: masculino y femenino o si lo
prefieren, femenino y masculino para no herir ciertas sensibilidades.
Tendencias sexuales hay muchas, de ahí lo de LGTBIQ. A este paso se acabarán
las letras del abecedario y entonces, ¿qué harán?. Por cierto, se ha añadido
una “Q” de la que no se habla por lo aberrante de su significado.
Cada uno y cada una va de por sí
conociendo desde pequeño y pequeña, o al revés, su tendencia sexual sin que
nadie, excepto los padres, deban intervenir para ponérsela de manifiesto. Y son
los padres y nadie más, quienes deben intervenir.
Desde el principio de la
Humanidad esto ha sido así y no ha hecho falta ningún “pin”. En mis tiempos no
existían los “pins, pines, pinos o pinas”. Se hablaba de escudos o “escuditos”
y uno o una se los ponía en los jerseys o chaquetas o en los cinturones de
elástico trenzado. Ahora, visto cómo van las cosas, es de extrema necesidad el
“pin parental” por los motivos que he explicado antes. Y no dejar el asunto en manos del Gobierno o
del sistema educativo que lo único que va a conseguir es cuando no, idiotizar
al alumnado o alumnada en pos de la ideología de turno y/o crear confusión.
¡AHÍ LO DEJO!
Por Dr. Benigno
Aviador sin avío
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