Julio Ariza y B. Shields |
ENTREVISTA A JULIO ARIZA
Si fuéramos un billete de 500€ estaría todo el mundo encantado.
Julio Ariza, tan televisivo, tan intrínsecamente polémico para el contrario y tan humilde y necesario para el de bien apreciado. Empresario, presidente del Grupo Intereconomía y ex político del PP, es una de las caras y voces más representativas dela TV El Toro. Es, sin duda, el motor del canal televisivo.
B. SHIELDS: Humildemente intentó rehusar mi entrevista, pero claro, soy yo. Modestia aparte. Y los de El Toro parecen no temer nada. Podríamos decir que Julio Ariza es la cara más visible de la cadena de televisión El Toro, la antiguamente llamada Intereconomía. ¿Le quieren por la calle?
JULIO ARIZA: Sí. Es lo que más me sorprende, el nivel de reconocimiento que tenemos en la calle y de afecto. Es fantástico. Sí. Mucha gente. Y además de todas las condiciones sociales y de todas las edades. Sí. Además, en la última etapa se ha rejuvenecido mucho nuestra audiencia, antes no me ocurría que me parara gente por debajo de 30 años y ahora sí me está ocurriendo.
B.S.: ¿Nunca ha tenido ningún percance?
J.A.: No.
B.S.: ¿Nunca?
J.A.: No. Nunca, ninguno. Nunca nadie me ha insultado. Nada. Solo cosas buenas.
B.S.: ¿Con la mano abierta no pasa nada?. Expresión coloquial que podríamos utilizar para calificar cómo se las gasta El Toro en sus vertidas informaciones y opiniones. ¿Hay que ser muy macho para ello?
J.A.: ¡Que va!. ¡Para nada!. Hay que tener una idea de qué es el periodismo y se permite, primero, que pueda venir todo el mundo a explicar sus opiniones siempre y cuando sean respetuosas y no hagan daño a terceros, y segundo, hay que mantener una línea editorial coherente y consistente. No con un partido político y con unas siglas sino con la gente que te ve y que comparte esa forma de ver el mundo. Yo siempre les recuerdo la tesis de Tokio en el que decía que el ser humano prefiere adherirse a una mentira compartida socialmente que quedarse solo con la verdad. Nuestra misión como televisión, como medio es enseñar a mucha gente que con esa verdad no están solos que hay muchos otros que creen eso mismo y eso les refuerza su convicción y hace que puedan aumentar el número de personas que crean eso.
B.S.: ¿Sabe que hay muchísima gente de izquierdas, del PSOE que les ven y escuchan?
J.A.: No me sorprende porque eso ya nos ocurrió en la etapa de Zapatero. Nosotros fuimos un poco la punta de lanza para hacer una crítica fuerte y recia al gobierno de Zapatero, pero ahorma mismo también porque somos el único medio de comunicación que va contra la izquierda con un planteamiento muy noble, o sea, no escondiéndonos, ni recibiendo subvenciones por un lado y criticando por el otro. No. Nosotros no recibimos ni un solo euro del Estado porque no es el Gobierno el que da el dinero, el Gobierno no tiene dinero es el Estado quien tiene el dinero, lo que pasa es que lo administra el Gobierno. Pero nosotros no recibimos ni un solo euro ni queremos recibirlo y lo que sí queremos es vivir de y para los espectadores.
B.S.: Cuando adquirió Radio Intereconomía en 1997 la emisora se disparó aún más en popularidad. Información económica y música clásica era el principal eje que transmitía. Usted activó de manera notable la emisora. ¿Con la TV sucedería lo mismo?. ¿Se puede dar un vuelco e inyectarle más ingredientes a El Toro?
J.A.: Trabajando e innovando y creando nuevos formatos. Nosotros hemos sido pioneros en muchísimas cosas, los primeros que concebimos la televisión como una ventana abierta a la realidad y podías abrirla al mundo, abrirla a tu pueblo o abrirla a la calle de tu país, pero al final la televisión solo es directo, el entretenimiento no es televisión, el entretenimiento son las plataformas y ahí no vamos a competir nunca porque además son capaces de llegar a 160 países con unos presupuestos milmillonarios y por tanto lo que ellos produzcan tú no vas a igualarlo nunca emitiendo específicamente además como nosotros, ni siquiera para un país entero sino a las plataformas de un país de 47 millones de habitantes. Con lo cual donde hay que competir es en mostrar la realidad tal como es y nosotros tratamos de mostrar la realidad de España pero también la realidad del mundo con una perspectiva un poco más amplia que la de otros medios de comunicación.
B.S.: ¿Qué le motivó a ser empresario de medios de comunicación?
J.A.: Pues que quería tomar mis propias decisiones. Nada más. No me hubiera importado trabajar para otros pero siempre y cuando hubiera tenido el margen de maniobra para poner en marcha las cosas que yo creía que había que poner en marcha y la defensa de las ideas que yo creía. La única manera de hacer eso era ser tu propio empresario.
Julio Ariza |
B.S.: ¿Por qué se le cambia el nombre al canal de TV, de Intereconomía pasa a llamarse El Toro?. ¿Quién decide ese nombre y ese logo?
J.A.: Lo decido yo. Y el logo es el que ha tenido siempre, el logo no ha cambiado. El logo se hizo en 1999 y como se llamaba Intereconomía y sobre todo teníamos productos financieros de información financiera y económica pues el toro de Wall Street nos pareció que era una forma de evidenciarlo en una sola imagen. Transformamos esa imagen, que era un toro americano en el toro bravo español que es un icono de la españolidad en cierta medida en algunos aspectos. ¿Por qué se le ha puesto ahora a la tele El Toro?, para identificar el icono que se ha mantenido estable siendo el mismo que era y llamarle tal como indica el icono. Y de paso dejar la parte económica para la radio, que lleva su propio camino.
B.S.: El Toro transmite claramente en un tono políticamente conservacionista. ¡Gracias a Dios!, gritan muchos. Los invitados a veces pueden cojear de otra vertiente política contraria. Cuando les visitaba Pablo Iglesias en algunos debates contra Fernando Paz, ¿hasta qué punto eran conscientes de lo que pretendía Pablo Iglesias?
J.A.: Yo sinceramente no era consciente ¡eh!. Primero, yo no estaba en aquellos momentos, yo no aparecía en TV para nada. Pablo Iglesias me parecía que era un contrapunto a las intervenciones más homogéneas de contertulios más conservadores o liberales y daba juego en los debates. No le dimos más importancia en ese momento. Era un tío que daba juego en los debates y lo hacía bien.
B.S.: ¿Ahora invitarían nuevamente a Pablo Iglesias?
J.A.: No tendría ningún inconveniente. Me parece un personaje deleznable como persona pero desde el punto de vista mediático pues puede tener su interés. Es verdad que aportar a la verdad y al debate en serio de ideas puede aportar poco porque es un comunista traicionado a sí mismo.
B.S.: ¿Qué otros tintes políticos tienen cabida en El Toro?
J.A.: Todos los que respetan la libertad y la vida.
B.S.: ¿Por ejemplo?
J.A.: Cualquiera. Evidentemente la mayor parte de los partidos políticos han comprado la agenda cultural y social de la izquierda y están contra la vida de los no nacidos, están contra la libertad de los padres para educar a sus hijos… y eso es una lástima. Ojalá que recuperemos algún día una izquierda que no vaya contra la familia, ni contra el derecho natural. ¡Ojalá!
B.S.: Por ejemplo el PP de hoy en día.
J.A.: Yo creo que el PP todavía está por definirse. Tiene que encontrarse a sí mismo. No lo ha hecho todavía. Está solamente renunciando a cosas, diciendo noes pero no está con los síes aún. Veremos a ver el próximo congreso cuál es su ponencia política.
B.S.: ¿Invitarían a Pedro Sánchez a algún debate o entrevista?
J.A.: Ya vino. Pedro Sánchez formaba parte de una tertulia que se llamaba Dando caña y venía una o dos veces a la semana.
B.S.: ¿Hace cuánto de eso?
J.A.: Pues cuando estábamos transmitiendo en Castellana, en torno a los años 2009, 2010.
B.S.: Pero ¿ahora?, me refiero a si lo invitarían ahora.
J.A.: Como Presidente del Gobierno me encantaría que viniera para hacerle una entrevista ¡por qué no!
B. Shields y Julio Ariza |
B.S.: Me ha contado un pajarito que hace unos meses El Toro se negó a dar un espacio de 5 minutos a la FNFF para promocionar un libro de la misma, “Crónica de la profanación de la tumba de Franco”.
J.A.: (Sorprendido) ¿Sí?. Yo no tengo ninguna noticia de eso. No. En nuestra casa ha venido muchas veces gente de la Fundación Francisco Franco, el General Chicharro ha venido, Jaime Alonso ha venido en más de una ocasión como contertulio…
B.S.: ¿Quién decide la parrilla de la cadena?
J.A.: Pues depende. Cada director de programa tiene autonomía.
B.S.: ¿Cómo definiría su etapa catalana en el PP cuando fue diputado en el Parlamento catalán?, ¿qué recuerdos guarda de aquella época como político?
J.A.: Pues el recuerdo de la pelea por la libertad. Yo he estado siempre en eso. Desde que milité en las juventudes liberales en tiempos todavía con Franco vivo, con Joaquín Garrigues hasta la unión del pueblo navarro donde fui candidato a las primeras elecciones municipales en el 78 por el municipio de Pamplona, pasando por la etapa del Partido Popular en Cataluña, donde era una pelea auténtica contra una muralla de privilegios y de totalitarismo que era el Nacionalismo Catalán. Siempre hemos estado en la minoría activa contra el Poder corrupto. En Cataluña es una pelea contra el Poder corrupto que estaba constantemente conculcando los derechos fundamentales de millones de personas y era un gozo poder defenderles, poder ser su voz.
B.S.: ¿Qué diferencias hay hoy en día con el PP de antaño y el PP actual?
J.A.: Bueno…, el que yo conocí era una máquina de Poder muy poderosa, muy eficaz. De hecho ha gobernado desde el año 96 hasta el año 2011, creo…
B.S.: ¿Se refiere a…?
J.A.: A Mariano Rajoy. Desde Aznar hasta Rajoy…, pues estuvieron muchos años. Era una máquina de Poder. Como toda organización que se deja ir, pues fue adquiriendo una serie de formas de actuar que no eran ni legítimas y por lo que se ha visto después ni legales. Pero fue una máquina de Poder muy eficaz y muy eficiente en lo que eran sus objetivos; lo que pasa es que fue abandonando poco a poco a sus afiliados y los intereses ideológicos y fue cediendo a la izquierda.
B.S.: Preguntarle si volvería a la política creo que es un poco estúpido…
J.A.: (Interrumpe tajante) ¡No!. ¡No volvería!
B.S.: … Porque de alguna manera, hace política.
J.A.: Bueno. Todos. Además tú también. Nosotros, todos, hacemos política, pero yo no volvería a la política entendida como la militancia en un partido u ocupar un cargo público. Ya te digo que no.
B.S.: ¿La cadena de TV de El Toro ha recibido o recibe amenazas?
J.A.: Muchas veces pero no las considero. Hay gente que no nos quiere pero eso nos pasa a todos. Si fuéramos un billete de 500€ estaría todo el mundo encantado.
B.S.: ¿Realmente son libres para contar todo lo que cuentan?
J.A.: ¡Absolutamente!. Y la prueba es, asómate a lo que decimos y verás.
B.S.: ¿Podría contar brevemente qué es o qué se entiende por la Agenda 2030 y quién es Soros entre otros?. Mucha gente no ha oído hablar de ello jamás. Si lo haces te miran como si estuvieras siendo abducido por un extraterrestre.
J.A.: El Globalismo ha producido un sentimiento en mucha gente en el sentido de decir, ¡Oye! esto de gobernar países es muy complicado, la gente es muy rara, las democracias son un problema. Fíjate China qué bien va. Rusia no tiene problemas porque al final hay un tío que manda y los demás obedecen, ¿no?. Entonces eso en Occidente, así, no se puede decir, pero han implantado otra fórmula que es controlar los medios de comunicación y controlar la opinión pública y consiguen que todos piensen de la misma manera. Y ya está. Y eso es la agenda 2030, es conseguir que en los próximos 10 años la gente deje de tener realmente participación democrática de verdad en las decisiones de lo público, en cómo configurar las formas de Gobierno, las de su propio destino…
B.S.: Lo público y lo personal.
J.A.: Sí. No quieren que eso ocurra, entonces van a entrar a fondo en todos los espacios de intimidad de la gente. ¡Ya han entrado con las grandes tecnológicas!. Y los gobiernos pues ya ves, ahora no nos van a dejar ni ir a 30k./h. por la calle.
B.S.: Estas intenciones “filantrópicas” de Soros y demás no son nuevas. A lo largo de la Historia se ha intentado en varias ocasiones. Sucede que al ser un proceso muy lento muchas veces no se consiguen por fallecimiento de los “creadores” o porque surja una fuerza interna que lo frene y lo desbarajusta todo, como puede ser la derecha. ¿Que haya resurgido la derecha en Madrid puede impedir de alguna manera la Agenda 2030 o parte de ella?
J.A.: Si hay políticos en la derecha y en el centro derecha que tienen claro que la libertad no se negocia y que el Estado está para ejercer el principio de subsidiariedad, es decir, para hacer todas aquellas cosas que la sociedad civil no pueda hacer, entonces sí, serviremos para eso. Aquí, de lo que se trata es, primero, de conservar la ley natural y el derecho natural como referencia de la ley positiva porque si no la ley positiva queda desconectada de la dignidad esencial del hombre y por tanto puede ser cualquier cosa. Hitler asumió ese papel a partir de 1933 en Alemania, gobernó por decreto, a partir de ese momento se pasó por el forro el propio Reichstag y lo que hizo fue leyes que iban contra la naturaleza del hombre hasta tal punto que produjo la masacre que produjo. Entonces, si nosotros mantenemos el entronque con la ley natural, con el derecho natural, nosotros no pereceremos como civilización. Si nos alejamos de eso todo es posible, se puede hacer cualquier cosa con una ley positiva desgajada y desenraizada del derecho natural.
B.S.: ¿Cómo ve o cómo aplica esto que me acaba de decir a Ayuso?
J.A.: Bueno, Ayuso con el tema de la libertad y la dignidad de la gente, de los ciudadanos, de las personas, lo tiene muy claro ¡eh!. No creo que en eso sea dudosa. Habrá cuestiones en las que podamos discrepar, te pongo un ejemplo, los vientres de alquiler, en los que ella parece estar muy de acuerdo. Yo no comparto en absoluto esa visión de la mujer. Creo que la mujer debe ser respetada y que tú no puedes poner un bebé en el vientre de otra señora y cuando lo da a luz, es dárselo y privarle a ese niño de conocer a su madre y a esa madre de cuidar a su hijo. Creo que eso va contra la naturaleza, va contra el niño y va contra la madre. En eso yo no estaría nunca de acuerdo con Isabel Díaz-Ayuso. Pero hay muchísimas cosas que comparto con ella y creo que en la libertad básica, en la libertad de los padres para elegir la escuela de sus hijos o elegir el hospital donde ingresarte o elegir el tema impositivo que hace que la gente sea real o simple y llanamente, falsamente libre porque si te confiscan el 70% de lo que ganas, ¡ya te pueden decir que eres libre!, pero en la práctica estás encadenado. Yo coincidiría en muchas cosas con Ayuso y desde luego sí coincido plenamente en poner pies en pared a los deseo de Pedro Sánchez de masacrar a una Comunidad Autónoma. Tiene todo el derecho a autogobernarse porque se lo da la Constitución y el Estatuto de Autonomía.
Julio Ariza y B. Shields |
B.S.: Una de las cosas que apoya el PP es LGTBIQ+. Conocemos el significado de las siglas, pero ¿podría explicarme qué significa la Q?
J.A.: No. No te lo puedo explicar porque estoy muy poco interesado en eso porque hay un momento en el que esa gente se ha desconectado de la realidad. Creo que en muchos aspectos los lobbies LGTBI…
B.S.: … ¿a esa gente se refiere a los LGTBI o los que apoyan a LGTBI?
J.A.: ¡Los lobbies!. Es decir, la gente que alguno de ellos ni siquiera son homosexuales. Lo único que hacen es aprovecharse de un movimiento que ha impuesto la izquierda en gran parte del mundo, por lo menos en Occidente, y que, constituye una amenaza para la educación de los niños porque muchas de las cosas que plantean son directamente corrupción de menores. Y porque creo que se están aprovechando del dinero público que debería ir para la gente que está realmente desfavorecida y que no puede construirse ni su futuro, ni defenderse, porque o son muy mayores o porque están muy enfermos o porque son simplemente niños, y no puedes aprovechar tú, tu poder como lobby para dejarles sin el dinero a esas gentes. Estás robándoles. Eso me parece inmoral e inaceptable.
B.S.: ¿Por qué cree que el Comunismo sigue ahí habiendo sido condenado por el Parlamento Europeo en toda Europa?. ¿Por qué sigue dando bronca en España?. ¿Qué hay detrás de todo esto?
J.A.: Mira, el comunismo es muy fácil de implantar en la medida en que la gente está muy dispuesta a creerse que ellos están mal porque otros están bien. Y la envidia es un motor de la historia, lo ha sido siempre. Es uno de los 7 pecados capitales. Está muy instalado en muchos corazones de los hombres porque es una tentación muy fácil. Yo no estoy mal porque soy un vago, porque no me levanto a las 10 de la mañana, porque no cumplo mi responsabilidad, porque no me apetece ir al campo y deslomarme o ir a Mercamadrid a comprar para montarme un bar y un pequeño chiringuito. No. Yo lo que quiero es que igual que han hecho mi padre y mi madre todos estos años darme el dinero para vivir, pues ahora que me lo dé el Estado. Esa es una forma de vida a la que hay gobernantes que pretenden acostumbrar a la gente porque saben que ese es un voto cautivo que va a garantizar que ellos van a seguir en el Poder. Pero mientras tanto han esterilizado y dejado por el camino a mucha gente que hubieran sido útiles, que hubieran podido prosperar, innovar, estar orgullosos de su papel, de su trabajo, de su propia existencia, y se lo están impidiendo.
B.S.: ¿Por qué se dice que en España el deporte nacional es la envidia?. Nunca lo he entendido.
J.A.: Bueno…, eso proviene de un libro de Fernández Díaz Plaja que se llama El español y los siete pecados capitales y decía que el defecto más arraigado en los españoles era la envidia. Yo creo que la envidia está por todas partes.
B.S.: ¿Pero acaso viene de ahí?
J.A.: Probablemente es un dicho popular. Pero no creo sinceramente que eso sea exclusivamente de los españoles, es que figura en el catálogo de los 7 pecados capitales y de eso hace ya un par de miles de años. No creo que sea exclusivo español aunque pueda estar más marcado en algunas personas pues mucho menos.
B.S.: Volviendo a los invitados. ¿A quién no invitaría nunca a El Toro?
B.S.: ¡¿A quién no invitaría nunca?!... A cualquier asesino, a cualquier maltratador…
B.S.: Pues se me vienen a la cabeza unos cuantos.
J.A.: Pero no voy a decir nombres.
B.S.: Claro.
J.A.: Yo creo que a cualquier persona que no respete la vida, la dignidad del otro o que venga a calumniar, a hacer daño a terceros porque sí. No les invitaría nunca. Invito a la gente que hable en libertad pero respetando a los otros.
B.S.: ¿Qué es lo que le agota hasta decir basta?
J.A.: (Muy pensativo) ¿Qué es lo que me agota?... En un principio no sé qué contestarte a eso.
B.S.: ¿No tiene límites?
J.A.: No. Y es que para mí el trabajo es una pasión, es un hobby.
B.S.: Pero no me refiero solo al trabajo. Puede ser situación o persona.
J.A.: ¡¿Agotarme?!... Realmente una de las cosas que me producen más tristeza es el abuso del dinero público porque para mí es sagrado y que no se le da la importancia que debería darse. Es gravísimo lo que se hace con el dinero público. Y no tienes más que acercarte ahí al Instituto de las Juventudes en el palacete que tienen en la Castellana y decir, ¿qué rayos están haciendo con ese dinero estos tíos?, cuando ahí al lado tienes a un señor que no puede dormir en ningún sitio por la noche, o un anciano.
B.S.: Por ejemplo, el plan de pretender que vaya todo el mundo a 30kms/h. y cobrar en toda las autopistas. ¿Dónde irá todo ese dinero?
J.A.: Espero que cuando cambie de manos el Gobierno todas esas leyes se vayan ¡al carajo!
B.S.: Porque se pretende que sea de aquí al 2024.
J.A.: Sí. Esperemos que eso cambie sinceramente porque es un abuso de Poder inaceptable.
B.S.: Sobre lo que le indigna respecto al dinero ¿es lo que le disgusta a Julio Ariza?
J.A.: A mí eso me disgusta muchísimo. Es de las cosas que me parecen más graves.
B.S.: ¿O hay otras cosas más específicas que le disgustan?
J.A.: ¡La falta de justicia!, o sea, lo que está haciendo el Tribunal Constitucional por ejemplo en este momento me asquea. Han sido incapaces de proteger a las minorías del abuso de la mayoría. Y el Tribunal Constitucional si sirve para algo es para eso, sino lo tienen que cerrar.
B. Shields y Julio Ariza |
B.S.: ¿Pandemia o plandemia?
J.A.: Yo creo que es una pandemia. Otra cosa es lo que tú has hecho con la gestión de eso. El otro día por ejemplo en El País, contaban que Boris Johnson acaba de crear una comisión de investigación de cómo lo ha hecho en todos los aspectos del gobierno en la gestión de esto. Y era muy gracioso El País diciendo, es que fíjate lo mal que lo ha hecho Boris Johnson, 130.000 muertos… Ponme aquí el nombre de Sánchez y te sale mucho mejor el artículo. Pero es muy gracioso porque van a poner a un juez al frente de esa comisión y esa comisión va a tener derecho a pedir cualquier documento, cualquier testificación hasta el punto que los testigos van a poder ir acompañados de un abogado. Pon eso mismo en España y resolvemos el problema.
B.S.: Esta pregunta se la hago porque sé que no es un psicópata. ¿Qué le da miedo?
J.A.: ¡¿Qué me da miedo!?. Pues el dolor de los que yo quiero, de mi familia, de mis amigos… No es que me dé miedo, me produce tristeza. Miedo… Claro, es que me cuesta decírtelo. No sé qué me da miedo ¿no?
B.S.: ¿Podría decirme qué le hace perder la cabeza?. Permítame la expresión.
J.A.: Pues… No creo que pierda la cabeza la verdad…
B.S.: ¿Por nada ni por nadie?
J.A.: ¡¿Perder la cabeza!?... Yo creo que no… He llegado a mis 63 años con un cierto grado de madurez y de prudencia que te hace valorar las cosas un poco con una escala de valores diferente a la que tienes cuando tienes 20 años ¿no?. Yo siempre repito la frase de los mejicanos, si quieres hacer reír a Dios cuéntale tus planes.
B.S.: ¿Nunca antes ha perdido la cabeza por nada ni por nadie?
J.A.: ¡Sí!. ¡Seguro que sí!, pero no te lo voy a contar a ti…
Nos sonreímos sin remedio.
B.S.: ¿Qué le emociona a Julio Ariza?
J.A.: ¡Oh!, me emociona mucho la gente trabajadora y sencilla. Lo que más probablemente, entrar en un pequeño bar y ver a la mujer, al marido, sacando adelante eso… Él se ha levantado a las 5.00h para ir a comprar, ella se ha levantado a las 7.00h para arreglar a los niños y llevarlos al colegio. Los dos están a las 8.00h trabajando hasta las 23.00h. y ver cómo entran tres tíos del Ayuntamiento a mirar cómo tienen debajo de la cocina y ver cómo tienen no sé qué y meterles una multa de 600€, o ver cómo las Administraciones Públicas prácticamente les torturan haciendo pagar cosas que no tienen que pagar…, multas, impuestos, de forma completamente injusta… A mí me emociona la gente trabajadora y sencilla y humilde. Es lo que más me emociona en este mundo y lo que más me interesa.
B.S.: Pero no todo es trabajo. Los americanos se dice que viven para trabajar, será trabajar para vivir…
J.A.: No todo es trabajo pero es una parte muy importante. Me emocionan por la actitud. De hecho es gente muy recia y muy sólida los que trabajan así. Volviendo al ejemplo de antes. Los que viven de esa manera porque además no viven de los demás. ¿Tú te imaginas una tribu como los Masais o los Siouxs donde alguien no tuviera una choza o una cabañita donde dormir?
B.S.: El resto no se lo permitirían.
J.A.: En una sociedad humana primigenia, todo el mundo tiene un lugar donde dormir. Una vivienda. Hoy, la Constitución Española prevé que tienes el derecho a la vivienda pero en la práctica no te lo facilitan, no se hacen viviendas de protección oficial, no se ha liberizado el suelo, con lo cual los precios son abusivos. La gente no puede. Y en esa sociedad primigenia que todo el mundo tiene, insisto, una choza, que todo el mundo come, que los niños son cuidados por la comunidad, si un día uno dice, vamos a cazar un león y hay un tío que dice que no va porque es un liberado sindical, pues tiene pocas probabilidades de sobrevivir en esa tribu. En nuestra tribu no solamente sobreviven los que no van a cazar el león mientras otros están currándoselo sino que son verdaderamente privilegiados de la sociedad. Eso no puede funcionar porque hemos arrastrado todos los derechos.
B.S.: Referente a la Constitución cuando leo ciertos puntos es como si leyera un cuento.
J.A.: (Sonríe preocupado) ¡Sí!. ¡Un desiderátum!
B.S.: Pareciera fantasioso. ¿Dónde está la realidad de todo esto?
J.A.: No está porque los políticos no se lo toman en serio. El tema de la vivienda es uno de los más graves.
B.S.: Cuando entrevisté a José Manuel Franco siendo Delegado del Gobierno, admitió que hay algunas leyes que hay que cambiarlas, le pregunté si no sería mejor cumplirlas a cambiarlas o modificarlas. ¿Qué opina sobre ello?
J.A.: Yo opino que hay que echar atrás un montón de leyes, pero un montón. Hay que derogarlas directamente, como hizo Zapatero cuando llegó, Plan Hidrológico fuera, Ley de Educación fuera… Hay que echar atrás un montón de leyes. Hay que revisar el Boletín Oficial del Estado. Tenemos decenas de miles de leyes. ¡Es imposible!. ¡Están todo el día legislando!. Pero ¡tranquilos chicos!
B.S.: ¿Hay algún otro país que tenga una Constitución como la nuestra, que se pase el día legislando?
J.A.: Bueno, nuestra Constitución es muy parecida a la italiana y la ley de Bonn, la alemana.
B.S.: ¿Sabría distinguir a un psicópata y calificármelo?
J.A.: ¡Uf!. ¡Un psicópata!... En principio un psicópata es aquella persona que pierde contacto con la realidad y que cree que las cosas son tal como él las concibe, es decir, que vive en un mundo en el que él sueña pero que no coincide con lo real.
B.S.: Perdón. ¿Puedo hacerle una puntualización desde el punto de vista como criminóloga?
J.A.: El que tú quieras.
B.S.: El que pierde el contacto con la realidad es un psicótico, el psicópata sabe distinguir entre el bien y el mal. Sabe lo que es la realidad.
J.A.: ¡¿Sí?!... Pues fíjate…
B.S.: Peor se lo pongo ¿no?
J.A.: No, lo que pasa es que en la realidad el bien y el mal son cosas diferentes. Una cosa es que desconectes de la realidad y otra cosa es que aun desconectando puedas tener conciencia de bien y del mal sobre tu propia realidad, sobre la realidad que tú has construido. Pero para mí el psicópata no está conectado, no está enganchado, está fuera.
B.S.: Se sabe al margen de la ley, de la sociedad.
J.A.: Muchas veces para mí, su realidad está excluida de su pensamiento porque en ese pensamiento cada vez cabe más solo sí mismo, él mismo. En la medida en que llena su espacio de su concepción del mundo, la realidad está quedando fuera. Solo existe él.
B.S.: Es parte de la definición de una de las características pero es mucho peor que ello. Muchísimo peor. Yo, después yo y luego yo. El egoísmo es una de sus principales características. Conocen perfectamente cuál es la realidad. Pasando a preguntas más amables y terminando. ¿Un color y por qué?
J.A.: Creo que el azul sin duda alguna porque es el azul del cielo.
B.S.: ¡Exactamente la misma respuesta que me ha dado Carlos Sobera!
J.A.: ¡¿Ah sí?!
B.S.: Sí. Y es mi color también y por el mismo motivo. ¿Qué otro camino hubiese seguido sino fuera el de la política?
J.A.: Yo quería estudiar medicina. Me hubiera encantado. Sí. Y ser médico de pueblo. Me hubiera divertido muchísimo.
B.S.: ¿Como Don Camilo? (Personaje del libro cómico Don Camilo)
J.A.: (Sonríe) Sí. Bueno. Es el contacto con la gente más sencilla en momentos de dificultad para ellos en el que les puedes ayudar no solamente desde el punto de vista médico sino muchas veces como consejero, como compañía.
B.S.: Claro, un médico de un pueblo es como el cura y el alcalde, entre los tres lo politizan todo.
J.A.: Total.
B.S.: Defíname a Julio Ariza.
J.A.: Un tipo normal enamorado de una serie de ideas y muy apasionado por cambiar el mundo. Me considero un tipo que quiere construir su propia historia, no quiero que la historia me la hagan otros. Quiero construir mi propio destino, les guste o no les guste a los demás. Hay un momento en el que yo decidí que me hacía caso a mí mismo en lo que quería hacer y no hacer caso a los otros. No quiero que nadie viva la vida por mí. Yo quiero ser el protagonista de la historia y quiero que haya cada vez más personas que piensen lo mismo que yo, o sea, que no sean rebaños que sean seres humanos libres.
B.S.: Esta es la última pregunta. ¿Quiere añadir algo más?. Espero se haya sentido a gusto.
J.A.: Nada más. Me he sentido encantado de la vida y me divierte mucho.
B.S.: Y con enchufe…
Nos sonreímos…
J.A.: ¡Además!... ¡Además!
B.S.: ¡Además!
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