Ser showman no me cuesta nada
porque soy yo
En
un rincón del Viso, en Madrid, de cuyo nombre sí quiero acordarme por el
agradable almuerzo junto a Carlos Sobera, desvelaré que somos amigos y
compañeros de profesión desde hace 23 años. Puedo admitir sin lugar a dudas que
es de esos amigos de corazón, de verdad. Capaz de sorprendente y emocionarte.
¡Qué voy a decir por tanto de un hombre humano, excepcional y a quien conozco
bien!
Carlos
Sobera, quien fue profesor de la Universidad de Deusto, es actor, presentador,
productor, goza de una carrera profesional tan dilatada que marea gustosamente.
Su famoso rostro y su levantamiento de cejas resultan conocidos en todas las
cadenas de televisión más importantes de nuestro país, continuando trabajando
sobresaliente e incesantemente en TV.
B.
SHIELDS: Querido Carlos, a estas alturas
puedo permitirme con uno de mis entrevistados, contigo, acercarme con esta familiaridad.
Estás en todas partes. Con sinceridad, ¿estás clonado verdad?
CARLOS
SOBERA: (Irónico
y sonriente) ¡La respuesta es sí!. Y mira que es difícil clonar a uno de
Bilbao, pero sí. En verdad no estoy clonado y eso hace que todo sea mucho más
interesante porque solo uno de Bilbao puedes estar como Dios en todas partes.
B. Shields y Carlos Sobera |
B.S.: (Río) En serio, ¿cómo lo haces?. ¿Cuándo descansas?. Pones la tele y apareces siempre, estás a todas horas presentando programas.
C.S.: Normalmente tengo tiempo para
descansar, lo que no tengo tiempo es para viajar, para irme siquiera un fin de semana
a algún sitio porque tengo teatro, y eso lo noto… Pero, dormir, lo que es
estrictamente dormir, duermo, no solo por la noche, sino que me hecho una siestuki de 20 minutos muy reparadora
que hace que mis células grises estén activas y esto me ayuda a sobrevivir.
B.S.: ¿Entre grabación y grabación verdad?
C.S.: Sí, sí… Y es que además soy
experto en dormirme en cualquier lado, eso es lo que me salva.
B.S.: Conociéndote como te conozco, sé que gozas
trabajando más en unos programas que en otros, pero, durante mucho tiempo fui
incapaz de seguirte en uno de tus programas precisamente porque me contagiabas
tus ataques de risa nerviosa. ¿Haces trabajos con los que no comulgas?
C.S.: No. Rara vez. Porque Barbie
sabes que tengo un defecto, soy muy transparente, entonces, cuando hago un
trabajo con el que no comulgo enseguida se me nota y lo hago mal y provoco con
ello…
Carlos Sobera y B. Shields |
B.S.: … Pero al principio con “First Dates” estabas…
C.S.: No, “First Dates” era maravilloso desde
el principio para mí. Es más, yo elegí “First Dates” como un cambio
consciente en el rumbo de mi carrera. Yo venía de hacer concursos en Atresmedia
y opté por hacer una imagen que era completamente distinta de mí que
rejuvenecía mi público, que además permitía hacer un registro que no había
conocido y que podía suponer un cambio de un soplo fresco en mi carrera y en mi
vida. Fue una decisión muy consciente.
B.S.: ¿”First
Dates” es catártico?
C.S.: Totalmente. A raíz de “First Dates” nació un
periplo que ya va a cumplir su sexto año en Mediaset maravilloso. A
raíz de ahí, vino “The Wall”, “Gran Hermano”, “Supervivientes”, “El
precio justo”, “Volverte a ver”… ¡Una catarsis
absoluta!. Reinventarse que dicen los clásicos. Es lo que hice con “First
Dates”.
B.S.: ¿Tienes cláusulas en contratos dónde debes realizar
algunas trabajos aunque no te gusten?, publis, etc…
C.S.: No. Los contratos de Cadenas
suelen ser contratos por temporada en base a un programa que tú estés haciendo
y que tiene éxito, sino no te harían contrato de Cadena, y luego la Cadena te
ofrece programas que tú puedes aceptar o no en función de si te gustan o no.
Obviamente si a un presentador le ofrecen 10 programas y no le gusta ninguno la
Cadena terminará perdiendo la confianza en él. Pero siempre tienes la
posibilidad de decir, pues en este
programa en concreto no me veo, no me gusta, no me encuentro cómodo…, pero
la Cadena lo respeta siempre. Y hacer por hacer también para ti como
profesional no tiene ningún sentido, no te aporta nada.
B.S.: ¿Ahora tienes exclusividad con Mediaset?
C.S.: Sí. Total.
B.S.: O sea, ¿no tienen nada que hacer contigo
otros?
C.S.: ¡De momento!
B.S.: Políticamente eres una persona muy neutral,
siempre se te ha tenido en cuenta con mucho respeto, pero, ¿te atreverías a
opinar sobre el panorama político?
C.S.: Yo tengo mi opinión que es muy
personal y que nunca la doy porque yo soy un profesional del entretenimiento,
yo quiero que se rían y se lo pasen bien todos, los del centro, los de
izquierda y los de la derecha. Entonces no opino políticamente. Y creo que no debo
hacerlo. El día que lo haga estaré perdido, como lo están todos los que opinan
sobre esta cuestión. ¡Que luego yo tengo mi voto, claro!. Que por cierto es
errático, algunas veces voto por aquí y otras veces voto por allá, porque soy
precisamente un tipo crítico. Yo busco gestión, resultados, no solamente
ideología y en función de eso, premio o castigo con mi voto a los políticos.
B.S.: O sea, ¿no te atreverías a describir qué
sería una España políticamente correcta?
C.S.: Odio la España políticamente correcta, odio
lo políticamente correcto en términos generales. Adoro a la gente educada, pero
la educación y lo políticamente correcto son dos conceptos muy distintos. Me
gusta que políticamente España sea incorrecta pero que el tono sea por lo menos
no agresivo y que el tono sea claramente conciliador y sosegado y educado.
Carlos Sobera (Rodaje) |
B.S.: ¿Echas de menos tu etapa como profesor en la Universidad de Deusto?
C.S.: No, no… No lo echo de menos. Nada, en
absoluto. A veces me gusta mucho hablar y me gusta mucho transmitir conocimientos,
lo que pasa es que yo tengo pocos con lo cual poco puedo transmitir pero
compartir sí me gusta. Y en ese sentido dar clases, hablar o mantener una
tertulia con gente en la que podamos intercambiar puntos de vista eso me gusta
mucho. Pero no lo echo de menos porque la TV suple esas facetas concretas y si
algún día me quedara huérfano de TV o de teatro preferiría dar charlas o
conferencias en las que interactuar luego con el público que ir a una
Universidad o a un colegio a dar clases. No estaría mal ir a un colegio sobre
todo con los de 15 o 16 años a dar opiniones que pudieran servir a los chavales
sobre la vida y sobre los estudios que les pudieran orientar porque yo creo que
están muy desorientados, lo estábamos nosotros ¡eh!, también. Pero ahora mismo
que hay tantas posibilidades los niños están muy desorientados y con 16, 17, 18
años muchos de ellos llegan por inercia educativa a la Universidad sin saber lo
que quieren hacer, lo que quieren ser…
B.S.: Desmotivados…
C.S.: ¡Muy desmotivados!, ¡sí!. Es una pena eso.
B.S.: Has finalizado la última función teatral de
“Asesinos Todos”, una obra
increíblemente excepcional y con la que nos hemos reído con avaricia y egoísmo.
Dos veces fui a verte. ¿Ya no eres propietario del teatro Reina Victoria verdad?
C.S.: ¡Lo vendí!. Lo vendí porque
nunca quise comprarlo por eso lo vendí.
B.S.: ¡Ja, ja! ¿Y por qué lo compraste?
C.S.: Lo compré porque no tuve más remedio. Yo soy
productor teatral y quise ser exhibidor teatral porque está muy bien tener un
espacio donde exhibir tus contenidos. Yo quería alquilarlo, lo que hacen todos
los empresarios teatrales, alquilan un inmueble y lo dedican al teatro, pero el
propietario quería vender por problemas de herencia y no tuve más remedio que
comprar. Pero desde el mismo día que compré…, supe…
B.S.: … que lo ibas a vender…
C.S.: … ¡que lo iba a vender!, pero ¡con el objeto
de quedarme luego allí eh!, que lo he cumplido. Yo sigo siendo ahora inquilino
del teatro y realizo y gestiono una actividad teatral del Reina Victoria, pero el
inmueble, el edificio ya no es mío.
B. Shields y Carlos Sobera (Rodaje) |
B.S.: Sé que has vivido duras batallas profesionales, que no todo ha sido un camino de rosas.
C.S.: No. Nunca.
B.S.: ¿Qué de bueno sacas de todo esto a toro
pasado?
C.S.: ¿Profesionalmente?. He aprendido mucho, he
aprendido mogollón y aunque es un clásico, he aprendido más de los fracasos que
de los éxitos. Los fracasos te obligan siempre a pensar, ¿qué estoy haciendo mal?, o ¿en
qué nos estamos equivocando?, ¿qué
podríamos hacer para mejorar el producto que tenemos entre manos?. Cuando
las cosas fluyen te dejas llevar y dices ¡quieto,
quieto!, ¡no toques nada!, lo que funciona ni se toca. Entonces aprendes
más, esto es una realidad.
B.S.: ¿Has tenido muchas zancadillas?
C.S.: No…
B.S.: ¿Y envidias?, ¿celos profesionales?
C.S.: Si los he tenido los he sufrido
anónimamente. O sea, los habré tenido probablemente; igual alguno en un
despacho ha dicho, ¡no, este me cae
mal!... ¡lo odio!. Puede ser, no lo sé. Pero yo repaso mi historia y sobre
todo mi momento actual, los últimos 6 años en Mediaset y digo, lo que
tengo es una gran fortuna, tengo mucha gente que me aprecia, que me quiere
porque confían en mí.
B.S.: ¿Te sientes a gusto en Mediaset?
C.S.: Sí, en Mediaset es donde mejor me he
sentido sin duda, desde mi primera época. La primera vez que vine a Madrid que
fue con la serie “Al salir de clase”, que luego hice el programa “¿Quieres
ser Millonario?”, que me llegaron a ofrecer “Gran Hermano”, siempre
tuve la sensación de que confiaban en mí y de que me daban cosas, que tenían
confianza en mi capacidad profesional.
B.S.: ¿Te sientes más a gusto que en Atresmedia?
C.S.: Sí… Yo creo que Atresmedia fue una gran
casa de acogida para mí pero Mediaset siempre ha sido la casa de
mi madre…
Carlos Sobera y B. Shields (Rodaje) |
B.S.: ¿Prefieres ser showman o prefieres la interpretación?
C.S.: Yo soy en mi vida real
tremendamente espontáneo, me encanta la improvisación, el humor irreverente, la
coña, la retranca, la ironía… Entonces, ser showman
me viene como anillo al dedo. No es que me encante más ser showman que actor, es que ser showman
no me cuesta nada porque soy yo y ser actor me implica disciplina, trabajo,
concentración, estudio…, porque hago otro personaje. Pero me gustan las dos
cosas.
B.S.: ¿Cuánto de nervioso te pone el share de audiencia?
C.S.: Me pone nervioso pero no en el
sentido de… a ver, para mí el share
es un poco el rey Salomón, es el que dicta sentencia. Entonces, si tienes una
buena audiencia sabes que tienes trabajo y si no, no es que lo pierdas tú que a
veces tú no lo pierdes. Yo por ejemplo tengo un contrato de cadena, un programa
puede ir mal, bueno, la cadena tendrá otro para ti. Pero hay mucha gente que se
va al paro y entonces, de repente, te da una tristeza tremenda porque un tejido
personal, humano, que se ha producido en torno a un proyecto se pierde, se
rompe, con traumas personales. Eso es muy doloroso. En ese sentido sí me pone
nervioso la audiencia. Y luego, si hago un 18 o un 21… me la sopla.
B.S.: ¿Crees que un programa en sus comienzos que
empiece a tener una audiencia muy mala se le debe dar oportunidad como sucedió
por ejemplo con la serie de Tele5 “La que se avecina”?
C.S.: Hay programas que llegan y besan el santo.
Esto es así. Y hay otros que llegan y son rechazados por la audiencia de inicio
y no tienen nada que hacer. El común de los mortales de los programas, la
radiografía más habitual médicamente hablando es que un programa llegue y le
cueste buscarse un hueco, todo va a depender de la hora de emisión y de su
competencia. Decía Eddy Mercks a mí no me
cuente usted qué tours ha ganado, -, ¡ah! es que ha ganado una vuelta a España,
dos giros y un tour…, -, ¡no!, a mí no me cuente eso, a mí cuénteme usted a
quién le ha ganado el tour, ¿la vuelta o el giro?. Pues esto es igual.
¿Este contra quién va?, ¿contra quién lucha usted?. Esa es la clave de todo.
Hay programas que necesitan tiempo porque hay que crear hábito de consumo y el
hábito de consumo, sociológicamente hablando tarde un mínimo de dos o tres
meses en producirse, si te gusta el producto. Si no te gusta pues tarda mucho
más o nunca, pero si te gusta tarda dos o tres meses, por lo tanto hay que
tener paciencia y cuanto mayor sea tu rival, más paciencia tienes que tener.
B. Shields y Carlos Sobera (Radio) |
B.S.: Estábamos hablando antes, off de record, sobre uno de tus programas, “El precio justo”, ¿cómo llevas las audiencias?. La cuarta semana ¿verdad?
C.S.: ¡Cuarta semana hemos empezado ahora!. Con
esperanza porque veo que semana a semana vamos mejorando y lo que ocurre es que
hay una realidad incuestionable, hasta que “Pasapalabra” no dé su bote y deje
de estar ese concursante que tanto ha enganchado al público no tendremos la
oportunidad de que gente que ya tiene el hábito de ver “Pasapalabra” se permita
el lujo de ver otras cosas. Cuando vean otras cosas y nos vean a nosotros,
algunos decidirán que no nos volverán a ver y otros se quedarán con nosotros ya
para siempre. Hasta que no llegue ese momento hay que tener paciencia. Pero al
principio estaba un poco decepcionado y ahora estoy esperanzado y yo creo que “El
precio justo” teniendo paciencia terminará teniendo su hueco y
terminará asentándose.
B.S.: ¿”Pasapalabra”
es perenne?
C.S.: (Chistoso) ¡Como los pinos del Canadá!. No,
es un gran concurso que se ha labrado su presente gracias precisamente, en gran
parte a la labor que hizo Mediaset. En “Pasapalabra” en su
primera edición en Antena 3 triunfó pero luego vivió una decadencia importante,
fue Tele
5 quien recuperó el formato en 2007 y lo convirtió en lo que es ahora,
un monstruo absoluto que tiene generada y ganada la confianza del espectador.
B.S.: ¿Cuántos años lleva en antena?
C.S.: Pues desde el 2007 hasta ahora lleva 14 años
seguidos, entre Tele 5 y Antena 3 y antes estuvo entre el
2000 y el 2006 más o menos en Atresmedia, o sea lleva casi 20
años.
Carlos Sobera y B. Shields |
B.S.: Pregunta difícil. ¿Qué opinas de “Sálvame”?
C.S.: A mí es un programa que me gusta, me parece
que es un programa muy meritorio. Primero, el que hayan sido capaces de crear
un universo tan particular que llame la atención de la gente. Me parece
meritorio. Y en segundo lugar me parece que es un programa…
B.S.: … ¿no es para desviar la atención de lo que
sucede en España?
C.S.: … no…, porque…
B.S.: … ¿para entretener a las marujas con
perdón?. Haberlas haylas.
Sonreímos
piadosamente.
C.S.: … no…, me temo que no. Yo creo que…
B.S.: Sí, porque parece ser que lo ve todo tipo de
gente.
C.S.: Decía y dice Arzuaga
el director del centro de Atapuerca de Burgos, que el chisme, que no es lo
mismo que el cotilleo, es la base del sistema social, y yo pienso igual. “Sálvame”
es la cueva del chisme, pero el chisme es formador e informador y forma parte
también del tejido social de un país, por eso la gente lo ve.
B.S.: De hecho Belén Esteban es motivo de estudio
en la universidad en Francia como fenómeno social.
C.S.: ¡No lo sabía!. ¡¿Sí!?
B.S.: ¡Pero desde hace ya tiempo!
C.S.: ¡¿Como fenómeno?!
B.S.: ¡Como fenómeno social!
C.S.: Bueno…, es una mujer que ha
sabido entroncar muy bien con valores muy básicos que la gente necesita,
entiéndase respeto, transparencia, sinceridad, espontaneidad, compromiso,
maternidad… Entonces, la gente se reconoce en esos valores y por eso la admira.
Yo eso lo puedo entender perfectamente y además me parece plausible. ¿Qué te
voy a decir?
Carlos Sobera y B. Shields |
B.S.: Sí. Si entender se entiende.
C.S.: Yo lo entiendo y me parece
normal que la gente se identifique.
B.S.: Películas, series de TV…, De todas hasta
ahora, ¿de cuál guardas mejor recuerdo?
C.S.: Como serie guardo muy buen recuerdo de “Al
salir de clase”.
B.S.: Fueron muchos años también…
C.S.: Yo solo estuve un año. La serie duró 5 o 6
años. ¡Fue un éxito!. Y como película tengo muy buen recuerdo de “Rigor
Mortis” porque además es una película que produje yo e hicimos un gran
esfuerzo de todo tipo y fue muy satisfactoria. Fue un rotundo fracaso (ríe),
pero fue muy satisfactoria en lo personal y fue una escuela extraordinaria.
B.S.: ¿Alguna anécdota incontable de algún rodaje?
C.S.: ¡¿Incontable?!
B.S.: Ja, ja… ¡Incontable!. Que me lo puedas
contar.
C.S.: Siempre que me preguntan eso llego a la
misma conclusión; mi vida es un puto aburrimiento porque no tengo ninguna
anécdota así incontable…
B.S.: ¿Es todo así tan lineal?. ¡No me lo puedo
creer Carlos!
C.S.: Barbie, te juro que a mí no me ha pasado
nada digno de mención en ningún rodaje… No… Algo maravilloso, algo
estrambótico, ¡terrible o extraordinario!.
B.S.: Sensaciones, espectacular, agotador, que te
hayas reído mucho, que te haya sido agobiante. Algo.
C.S.: Agotadores son todos. Lo sabes. El cine es
muy agotador. No es nada recomendable.
B. Shields y Carlos Sobera |
B.S.: ¿Algún cortometraje absurdo y muy loco?
Reímos
cómplices. Fue un rodaje cómico en el que trabajamos juntos.
C.S.: (Reímos) … ¡Sí!... Alguno de esos sí que he
hecho!. Pero son locuras muy divertidas y necesarias.
B.S.: Emocionalmente, ¿cómo me describirías “First Dates”?
C.S.: ¿Emocionalmente?... Como una gran
oportunidad para conocerse a uno mismo y para abordar el amor, sobre todo para
conocerse a uno mismo. Hay mucha gente que llega a First Dates a buscar pareja
y a través de lo que le pasa en esa primera cita descubre muchas cosas de sí
mismo, lo que le gusta lo que no, lo que hace mal, lo que hace bien.
B.S.: ¿Puedes contar algún intríngulis del
programa?, ¿algún secretillo?, ¿curiosidad?
C.S.: … Mmmm… Bueno, alguna cosa ha
ocurrido que nunca se ha emitido y tal pero que tampoco…
B.S.: ¿Por ejemplo?
C.S.: Hemos llegado a tener parejas que
políticamente han chocado tanto que desde la barra hemos tenido que enviarlas a
su casa sin pasarlas por la mesa.
B.S.: ¿Y no se ha emitido claro?
C.S.: No. Ha pasado una vez pero ha llegado a ser
muy violento desde el punto de vista emocional.
B.S.: ¿Todo lo que entra allí es real?. ¿Todo?
C.S.: Hasta donde yo llego sí. Lo que ocurre es
que nuestro equipo de redacción es muy bueno y busca gente común y gente no tan
común. Y la gente no tan común resulta muy sorprendente por lo que hacen por lo
que dicen, por cómo viven la vida, el amor…, y sorprende mucho. Un poco el
mecanismo de defensa del espectador es pensar que son actores y creen que lo
que están haciendo no es real, pero ¡lo es!. España es así.
B.S.: ¿Tenéis un buen equipo de psicólogos o
terapeutas para conformar y seleccionar a las parejas?
C.S.: No.
B.S.: ¿Cómo lo hacéis?
C.S.: Yo creo que dirección y redacción llevan un
criterio mucho más simple. Al final se busca la mayor afinidad posible, no en
todo se coincide.
B.S.: ¿Qué equipo tenéis de expertos para buscar
esa afinidad?
C.S.: ¿Psicólogos y demás?. No creo que haya
ninguno.
B.S.: ¿Ni uno?
C.S.: Ni uno. Tampoco lo necesitamos.
Carlos Sobera y B. Shields (Radio) |
B.S.: O sea, es prácticamente al azar.
C.S.: No, al azar no. Hay un equipo
de redacción, de periodistas que llevan en el mundo del corazón mucho tiempo y
que conocen muy bien el tema, que analizan cómo son las parejas y buscan,
¡fíjate lo que te voy a decir!, el mayor grado de afinidad, lo cual quiere
decir que siempre hay algo en lo que las parejas puedan chocar. Se busca que
sean cosas nimias pero a veces no son tan nimias, que se convierten de repente
por arte de birlibirloque o por química entre los dos en cosas que aunque eran
nimias ahora son fundamentales, pero se busca el mayor grado de afinidad. Rara
vez se equivocan, lo que pasa es que luego el amor no lo controla nadie. A ti
te puede gustar el Atleti y a mí también y podemos cenar mil veces juntos y no
por eso vamos a ser una pareja.
B.S.: ¿Cuántas parejas lleváis que se pueden
contabilizar hasta ahora?
C.S.: Yo creo que hemos pasado ya las 1300
parejas.
B.S.: ¿En cuántos años?
C.S.: En cinco años. Hemos empezado ya el sexto.
Ya el sexto está en movimiento.
B.S.: Imagino que seguirá y seguirá…
C.S.: En la tele todo es pasajero pero tal y como
está el programa de fuerte…, mínimo dos, tres años…
B.S.: Me costó uno, dos años verte en First Dates. Ya lo sabes. Como te
conozco y conozco tus ataques de risa y el porqué de ellos, yo lo pasaba muy
mal…
C.S.: ... Ya, pero bueno… ¿Ves?, eso me vino
también muy bien, mostrarme de una forma distinta. Y en este programa ¡he
tenido ataques de risa! porque ha habido cuatro, cinco, diez…, que con sus
afirmaciones, con su conducta me han provocado… Pero como el espectador que lo ve
en casa que cuando lo ve dice, ¡joder, la
madre que lo parió!. Pero para mí ha sido un programa muy bonito de hacer
siempre, me lo he pasado bien, me sorprendo…
B.S.: Con los años se te ha ido viendo tu encaje
en el programa y sintiéndote a gusto cada vez más.
C.S.: Sí. Cada vez más ha ido más relajante.
B.S.: Claro que yo te veo más desde el punto de
vista personal porque te conozco, pero me ha pasado eso contigo. Los primeros
años no te podía ver, lo pasaba mal.
C.S.: ¡Qué curioso!
B.S.: Sí porque te daba el ataque de risa y yo
sentía vergüenza ajena. Pero no por ti…
C.S.: ¡¡Qué curioso!!
B.S.: ¡Sí!. Es más, Marcos García-Montes, amigo en común quien también te conoce tanto
y que sabía porqué me costaba tanto verte, me decía, Barbie, es el mejor programa de la TV, es lo primero que veo cuando
llego a casa. Tienes que ver a Carlos. Ahí no hay pantalla alguna, no es
internet. Es cara a cara. Las parejas están al natural. Y ahí me convenció.
C.S.: ¡Sí!. Y es verdad. Ahí hace una buena
definición, no hay pantallas. El gran escritor Luis Landero que yo le
sigo, le leo, decía no hace mucho en El País, en el Semanal, que era un
programa First Dates por lo que los escritores tendrían que pagar para
ver.
B.S.: ¿Sabrías decirme cómo está el panorama en TVE?. ¿Sigue controlándola Pablo Iglesias?
C.S.: ¡Joder, no tengo ni idea!. ¿La ha controlado
TVE
Pablo Iglesias?. ¿Sí?
B.S.: Fue una de sus peticiones a Pedro Sánchez cuando se fusionaron y
negociaron. Como controlar el CNI.
C.S.: ¡¿Ah sí?!... ¡Pues no tenía ni idea!
B.S.: Ahora que presuntamente se ha pirado o le
han pirado de la Vicepresidencia del
Gobierno por eso te preguntaba, por si sabías cómo está el asunto.
C.S.: Pues no lo sé. Yo en TVE veo que sufre mucho
en su programación. No lo tiene fácil. Bueno, hace apuestas que me parecen
interesantes desde el punto de vista del entretenimiento y de la ficción, que
es lo que yo sigo ¡eh!, porque los programas de política, los informativos, los
programas tertulia y demás no suelo seguirlos. La verdad es que tiene apuestas
interesantes pero no sé qué le está pasando que no es un canal que termine de
arrancar y mira que hace esfuerzos, y luego hay cosas muy loables, a mí me
encanta que hagan tanta ficción por la tarde por ejemplo. Pero bueno, es un
canal que lleva en sufrimiento demasiado tiempo ya.
B.S.: Me da miedo preguntarte esto pues con todo
lo que tienes encima de trabajo, ¿tienes algún proyecto nuevo a la vista?
C.S.: ¡Nooo...!. Ahora tengo que luchar para que “El
precio justo” se asiente, continuar con “First Dates”, acabar la
temporada de “Supervivientes” y cuando toque regresar con nuevos programas
de “Volverte
a ver”…, pues estar allí. Ni tengo ni quiero tener porque eso
significaría que algo de lo que tengo se cae y no quiero que se caiga nada.
B.S.: Además, sabiendo que eres un viajero
imparable, ¿cómo llevas eso?
C.S.: Fatal. Lo llevo fatal.
B.S.: ¿Sigues creyendo que tienes un clon o un
antepasado que fue a las Américas y que por ello te tira tanto viajar a esa
zona?
C.S.: (Se sonríe) ¡Sí!, sigo pensándolo.
Probablemente, una de dos, o fui un conquistador español en el siglo XV o fui
un indígena inca. Sí, porque mi atracción por el mundo precolombino es
absoluta. Viajo mucho. Me gustan todas las culturas, especialmente la
americana, pero viajo mucho a Asia, África… Me encanta viajar. Mi último viaje
de largo fue a Miami en enero del 2020, con eso te lo digo todo.
Carlos Sobera y B. Shields |
B.S.: Pues ya somos dos. ¿No has vuelto a salir fuera de España desde el comienzo de la pandemia?
C.S.: No. No he podido.
B.S.: ¡Ya podrás!
C.S.: ¡Eso espero! (Alegre)
B.S.: De todo lo que llevas conocido hasta ahora,
¿con qué te quedas?
C.S.: ¿Del mundo?... Hombre… eso es como ¿qué quieres más a papá o a mamá?.
¿Cuáles son tus tres mejores películas?. ¡Es que tengo 30!, ¡y necesito las 30!
B.S.: Me encanta tu respuesta porque es mi
respuesta también.
C.S.: ¡Claro!, pero de todas maneras a mí me
encanta Perú y México. Me chiflan porque lo tienen todo. Tienen cultura
precolombina, tienen arquitectura, tienen geografía, naturaleza…
B.S.: ¿Qué le da miedo a Carlos Sobera?
C.S.: La enfermedad y el dolor.
B.S.: ¿Por qué lo dejarías todo?
C.S.: Por la persona que amo.
B.S.: Tu color favorito y por qué.
C.S.: Pues creo que el azul, porque me favorece y
porque es el color del cielo y me gusta mirar el cielo.
B.S.: Coincidimos. ¿Qué supone para ti la empatía?
C.S.: Entender a los demás, escucharles.
B.S.: Una frase que englobe qué es el amor para
ti.
C.S.: Escuchar mucho y hablar poco.
B.S.: ¿Qué es lo que más te duele a título
personal?
C.S.: La traición.
B.S.: Guau, para mí es determinante. ¿Qué es lo
que más te pierde?
C.S.: La belleza.
B.S.: ¿Qué significa la amistad?
C.S.: Un motivo bonito para vivir.
B.S.: ¿Te da miedo la soledad?
C.S.: La impuesta sí, la voluntaria me encanta.
B.S.: Carlos, ¿tú me has estado escuchando o qué?.
Eres mi eco. ¡Qué manera de coincidir!... ¿Qué es la felicidad?
C.S.: La ignorancia en grado sumo. Cuanto más
sabes menos feliz eres. El ignorante del todo es una persona feliz, pero vamos,
de una manera absoluta.
B.S.: ¿Cómo los negritos de África?
C.S.: No, los negritos de África saben mucho,
probablemente más que tú y que yo. No son nada felices. Hablo simplemente del
conocimiento de la verdad, de la realidad.
B.S.: Como un viejito de 90 años de una aldea que
no haya estudiado en su vida.
C.S.: Claro, probablemente incluso sea el mayor
sabio que jamás haya conocido en la tierra. Seguro.
B.S.: Defíneme a Carlos Sobera.
C.S.: Un tipo normal. Así soy yo. Soy
muy normal. Para todo. Normal. Soy muy normal.
B.S.: ¿Ya!... ¿No quieres añadir nada más?. Por mí
ya ha terminado.
C.S.: (Ríe) Sí, sí… Es que no debo añadir nada
más.
Nos
sonreímos.
B.S.: Cierro y corto.
Por B. SHIELDS
Escudo Veraz
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