Gonzalo CHICHARRO ARDERIUS. Presidente Nacional de Orden y ley |
Gonzalo CHICHARRO ARDERIUS. Presidente Nacional de Orden y ley
LA PÉRDIDA DE LOS VALORES DEMOCRÁTICOS
La verdad siempre por delante no vaya a ser que caiga en la desgracia de caer en falta, engaño o defraudación. Sólo pretendo descargar la consciencia y la conciencia. Tan sólo una reflexión en estos tiempos que vivimos en la que España está hondamente dividida y con todos los síntomas de decadencia y defunción como bandera.
Uno de los síntomas que más aterra es la pérdida de valores, y no me refiero al valor del ardor guerrero que corre por la sangre, que muchos hoy no lo tienen, y estos, parecieran tenerla de horchata. Me refiero a otro valor, uno mucho más alto que recoge todos los valores, a esos valores anidados en la consciencia, la conciencia, la moral y lo ético sobre el que descansa la fortaleza del Alma. Valores como la virtud, el talento, la fortaleza, la integridad, cualidades y calidades por las cuales rige una sociedad como principio, y que, para más INRI, carecen la mayoría de los políticos por completo, y lamentablemente, tampoco veo que brillen en el gran conjunto de la actual sociedad española de la que formamos parte.
Hoy, vivimos tiempos críticos, aciagos, señas de identidad de una sociedad patológicamente cronificada que abren las puertas del apocalipsis, donde el ánimo se turba con el asombro y el raciocinio, donde absolutamente todo lo bueno se ha convertido en un argumento a favor de la libertad del delito y de la justificación. Que, para el delincuente, es su sueño más húmedo, de manera que quienes fueron los verdugos, los cómplices, los encubridores, son hoy, insólitamente, quienes decretan la ley y dispensan el perdón con la palmadita en la espalda al criminal de turno. Y mientras tanto, los adversarios de siempre que hoy hacen y deshacen España, auxiliados por los traidores, gota a gota, paso a paso, avanzan para consumar su obra hecatómbica.
Mi opinión es que no creo en este sistema democrático pactocrático y de redes arácnidas y corruptas a las que forzosamente nos subyugan a vivir desde que se inició la mal llamada “transición democrática”.
TÚ, votante responsable y cómplice de los políticos que nos habéis colocados. Tú. Sí. Tú… Votante. ¿Sabes que con tu voto eres participe del daño colateral social, emocional, humano y económico que nos estamos comiendo? España no está a la venta. ¿Tienes aún conciencia, votante?… Tranquilo. Hay conciencias que despiertan. Los psicópatas, que no la tienen por defecto y elección, no tienen la culpa de estar donde están. ¿Sabes que la desmembración de España y el borrado de Nuestra Historia y costumbres es responsabilidad de los votantes? Dejad a los políticos en paz. Son como son y los habéis votado a conciencia o sin ella. Esto va por los arrepentidos, para los que aún tenéis conciencia, para los engañados, para los ignorados e ignorantes, para los humanos.
Con el paso del tiempo, la historia nos dirá de ella que esta democracia a la española no fue más que una gran mentira. ¿Por qué?, porque democracia a la española no es más que una palabra vana, donde nunca han estado gobernando en mayoría la capacidad, la cultura, la rectitud y el valor cívico para no dejarse imponer.
La
mayoría ni se ha leído la carta Magna ¿Cómo osan rasgarse las vestiduras con la
vara de medir de lo maquiavélico al pueblo, justificando toda demonización?
Estas virtudes, estos valores en nuestra España mal llamada democrática, están como siempre han estado, en minoría. Lo que tenemos es una mayoría que dirige a la minoría que llamamos “capacidad, cultura, rectitud y el valor cívico”, es decir, tenemos una soberanía de cantidad sobre la calidad, o sea, la más absoluta barbarie erigida en forma de gobierno y amiguetes de turno.
Y por esta reflexión, ya me estarán llamando facha.
Gonzalo CHICHARRO, Presidente nacional de Orden y Ley.
POLE.
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