ENTREVISTA A SUSO SILVA DEL "CIRCO DE LOS HORRORES”
Un perturbado brillante
Hoy tengo la fantasía de entrevistar al presentador, creador y genio de “El Circo de los horrores”, Suso Silva. Cómico, artista, mimo, cachondo mental, presentador y reportero de TV entre tantas creatividades artísticas. Después de hacernos unos buenos abdominales de tanto reír viendo el show actual de Apocalipsis, espectáculo sin igual donde los haya, nos reencontramos con su dueño, creador y presentador, Suso Silva. Escrito y dirigido también por él. Sigue embelesándonos y nos lleva al grupo de amigas y a mí a su casa ambulante, una caravana de dimensiones insultantemente increíbles.
B. SHIELDS: Bueno, como ya nos conocemos cuando te he entrevistado en otra ocasión, te haré alguna pregunta alocada de las mías…
SUSO SILVA: … Vale. Y yo te contestaré lo que a mí me dé la gana. Como ya nos conocemos. Ja, ja, ja…
B.: ¿Suso Silva o Suso Clown?, ¿a qué viene esto último?, ¿es por el premio del que gozas?
S.S.: Bueno, soy Suso Silva de toda la vida, eso implica muchísimas más cosas. Clown es una de las facetas, incluso un show como Apocalipsis que es muy serio en muchas partes, -no nos olvidemos que está escrito y dirigido por un mimo y un clown-, y por eso siempre tanto humor. El clown va implícito pero Suso Silva implica ahora mismo una trayectoria mucho más amplia.
B.S.: ¿Naciste perturbado de fábrica o te perturbaste después?
S.S.: (Sigue el rollo irónico como nadie) No, me fui perturbando, quiero decir, o sea, creo que era un niño bastante majo de pequeño, pero mi entorno me fue perturbando.
B.S.: ¿Se puede hablar de algún trauma? (Pregunto de manera jocosa)
S.S.: No…, pero si con 7 años te llevan de gira por toda Europa, subido en un circo que éramos 120 chicos de entre 7 y 20 años, que era El circo de los muchachos, que era un show protesta de los años 70. Y si nos llevan a Argentina y nos intentan secuestrar Videla, si nos llevan al Madison Square Garden en EEUU y lo petamos, si nos llevan a China… ¡Con 10 años me di 2 veces la vuelta al mundo y me fui perturbando!. Sobre todo enganchando a las luces, a los aplausos…
B.S.: ¡Con lo de la perturbación has sacado negocio!
S.S.: ¡Por supuesto!. Y finalmente hay toda una trayectoria muy bestia hasta llegar al Circo de los Horrores. A la concienciación de que del modo de recuperar un público inapetente de circo y un público más adulto pues era ya más un Circo de los Horrores.
B.S.: Para realizar un espectáculo tan impresionante a nivel mundial como el tuyo, requiere una gran mente privilegiada ¿o también hace falta tener oportunidades de estar en el sitio adecuado y con las personas adecuadas?.
S.S.: ¡Yo creo que lo que hay que tener es un par de coj… !
B.S.: ¿O suerte?
S.S.: No suerte. La suerte no existe. Te la buscas tú. Se lo decía a mi hija el otro día, tiene 20 años. Y le decía: - la suerte no existe pero es verdad que a todo el mundo le van a pasar un par de trenes por delante. Esa es tu oportunidad, de subirte, de verlos venir, o de no subirte y dejarlos pasar. Sé lista. Van a pasar, a todo el mundo le pasa algún tren. Otra cosa es si somos capaces de aprovecharlos -. Cuando nadie creía en el Circo de los Horrores, yo le eché los cojones. No tenía dinero, pedí dinero a los bancos, me arruiné… Bueno, ¡fue todo una odisea brutal!. Raquel (su mujer) y yo, el poco dinero que teníamos juntado de una bailarina y de un acto, lo metimos, y vendimos una casa que teníamos y nos dieron un poco más de pasta, lo metimos y nos arruinamos… Pero siempre seguimos creyendo. Somos muy cabezones, muy currantes.
B.S.: ¿Cuántos circos llevas montados?
S.S.: Hay 4 shows y viene un quinto.
B.S.: ¿Del quinto puedes avanzar algo?
S.S.: Bueno sí. No te voy a contar la historia porque no puedo ni debo… Pero es Réquiem. Nacerá en octubre, se llamará Réquiem sinfonía final, que será un poco el que cierre esta “quintología” de cinco shows y necesito un tiempo en mi casa con mis hijos. Sobre todo porque me saludan menos a mí que al tío del gas, con lo cual estoy preocupado ¿no?. (Inconfundible su tono irónico)
B.S.: ¿Me puedes decir cuántos conformáis Apocalipsis, este Circo de los Horrores?. ¿Desde la limpiadora hasta tú?
S.S.: En Apocalipsis giramos unas 85 personas y en Manicomio de los Horrores éramos 60 aproximadamente, era algo más pequeño. Apocalipsis es muy monstruo, muy grande, ¡este es brutal!, pero son adjetivos del mismo público: - ¡es el más brutal, más grande, más bestia! -. No sé si el mejor o el peor, todos son distintos. Yo no me voy a repetir, porque la gente del circo quiere más circo, la gente de música quiere más rock and roll, la gente de danza quiere más danza. Y yo al final, como les digo siempre: - yo voy a hacer lo que me dé la gana, pero contar con que no me voy a repetir -. Hay quien me dice alguna vez: - perdiste un poco la esencia del Circo de los Horrores primero ¿no?, la poética del horror – y digo, - no es que la haya perdido o no. ¡No me voy a repetir!, ¡el Manicomio es otra historia!. El Cabaret es la parte sensual y sexual del circo y de los personajes, el templo del pecado -. Que no me da la gana de repetirme, que no quiero, que me aburro. Me aburre el pensar en algo parecido porque funcionó muy bien. Y Réquiem va a ser un monográgico.
B.S.: Humor y terror. Un tándem que funciona a la perfección. Una pareja perfecta.
S.S.: ¡Sí!. Bueno, ha evolucionado el personaje. Nosferatu, después de ser el icono del mundo del terror en el primer show, fue un loco en el Manicomio, fue Lucifer en el Cabaret Maldito y un punkarra en Apocalipsis. El quinto va a ser un guiño a los cuatro shows. Voy a sacar a todos los personajes de los 5 shows y los voy a poner en escena. Con lo cual me voy a volver loco literalmente.
B.S.: Una anécdota ferozmente divertida que te haya sucedido en directo y puedas contarnos.
S.S.: Bueno, hay 27.000 ¿no?, ¡o más!. Porque un show tan interactivo con el público, donde siempre estamos provocando…, pues yo no hago humor, yo lo que hago es provocar. Me dicen: - ¡tú eres clown, eres humorista! -. ¡No!, soy un puñetero provocador nato. Provoca a ver qué pasa. Por eso me paso tanto. Y entonces, llegamos a Miami hace 8 años con el Circo de los Horrores y ya conocéis un poco mi quedada total con las calvas de la gente ¿no?, calvo que veo, calvo que le chupo la cabeza. Bueno pues me bajé al público y le chupé la cabeza a un señor en primera fila, la mujer se caía de risa al suelo, cuando miré bien quién era, eran Gloria Estefan y su marido. Era el productor musical de Gloria Estefan. Y el productor que nos había llevado a Miami decía: - ¡pero cómo te pasas que le has chupado al marido de Gloria Estefan! -, - ¡pero si no sé ni quién es! -. Luego me vinieron a saludar. Encantadísimos. Se lo habían pasado súper bien, ¡que qué jeta tenía! y que no se iba a lavar la cabeza en la vida (ríe).
B.S.: ¿Alguna anécdota tétrica en directo?, ¿algún problema?
S.S.: Problemas pocos. Aquellos que se han sentido poco identificados con el show, como que creen que somos muy faltones, que lo somos, muy provocadores, que lo somos. Ese tanto por cierto que suele ser gente muy abrupta, se levanta y se va.
B.S.: ¡¿Ah Sí?!. ¡Yo lo he visto varias veces y no he visto a nadie que se levante y se vaya.
B.S.: Pero si alguna vez algo ha pasado o ha habido alguna queja o han pedido una hoja de reclamaciones por faltones… Ha pasado alguna vez. Recuerdo en Nosferatu acercarse una tía, una como tú, se puso súper nerviosa y le fui a dar la mano de bienvenida, yo llevaba unas manos postizas, ella me agarró los dedos y me los retorció a punto de romperme un dedo y yo le decía: - ¿me quieres soltar?, ¡me estás haciendo daño! -, me dio un manotazo en la boca, los dos colmillos postizos salieron volando y la puse en la calle directamente. Me vino a pedir disculpas, dice que se había puesto muy nerviosa al ver el personaje pero que no era nada personal, que le había entrado un ataque de pánico y le había dado a todo lo que se meneaba. ¿Más anécdotas?, tirarme en un grupo de Boys Scout en el show de Manicomio, de chavales entre 12 o 15 años y el jefe de ellos. Un tío mayor, 40 o 50 años y yo tirarme encima de él de coña, ir a darle un beso en la frente con tan mala suerte que le tiré el peluquín. ¡Que yo no sabía que tenía!. ¡Estuvo dos días buscándome y yo escondido!. Me quería asesinar el tío. Decía que yo sabía que él era calvo y que salí a ridiculizarlo delante de sus chicos. Y yo le decía: - ¡pero si no te conozco ni sé que eres calvo!. ¡Per-dó-na-me!, ¡dis-cúl-pa-me! -. Por ejemplo cuando digo el detalle de la nariz: - ¡vaya nariz que tienes!, ¡cualquiera se va de fiesta contigo, te lo llevas todo! -. Se lo dije a una tía porque tenía una nariz muy grande y me dijo: -¡vaya nariz que tienes tú! -. Me denunció porque por lo visto llevaba años de psiquiatra intentando superar el trauma de su nariz. Le dije: - lo siento, no iba por ahí. Coincidió que estabas por allí, no era por tu nariz -.
B.S.: Pero, ¿al final hubo juicio?
S.S.: ¡No!, ¡qué va!, ¡no pasó nada!. Me dijo que había estado maleducado y le dije: - de todas maneras después de toda esta movida, tienes unas narices de narices -. Y es que ya me estaba tocando las narices a mí… ¿Sabes?. Todo esto por internet. Internet es muy malo…
B.S.: Un pajarraco me chivó que te han plagiado o intentado plagiar. ¿En qué países?. ¿Los crujiste judicialmente?
S.S.: ¡Sí!. ¡En todos los países me han intentado plagiar!, pero no me puedo enfrentar a todos, quiero decir, no hay dinero para abogados que puedan contra todos. ¡Y hemos ganado los juicios!. El más duro, el más bestia y el más cruel fue en Italia. Y además fuimos socios. Fuimos como empresa llevando mi show de España y nos asociamos a unos italianos. Y entonces, se acabó el contrato y los tíos siguieron, plagiaron el show absolutamente, camisetas, guiones y tal… Y después el Manicomio también… La justicia va como va. Lentísima. Ganamos el juicio en Italia. Les bloqueamos mucho dinero de subvenciones pues nos debían más de 250.000€ que además se quedaron. Los perdieron, Nos volvieron a recurrir, ¡con dos coj…!, los volvieron a perder, y nos están devolviendo el dinero y tienen una sanción muy heavy. Y si hubieran hecho otra función, hubiéramos cobrado 10.000€ o 15.000€ por función hecha. ¡En Méjico también los paramos!. Pero al final cambias una coma y cambias dos cosas, ¿sabes?… Yo tengo registrado Circo de los Horrores y Circo del Terror. En España nadie se atreve. ¡Lo han intentado!, los hemos parado y ni han estrenado. Plagiándolos les meto un show delante y otro detrás y los hundo, ¿sabes?. En España ya no se atreven, pero en Méjico es incontrolable. ¡En Italia salieron 5 plagios del Circo de los Horrores!. Lo peor no es que salgan y se inspiren en qué. Lo peor es que hunden la onda, ¡hacen bang!, hacen auténticas porquerías, donde la gente se siente engañada y cuando llegas tú, con el show auténtico es por respeto al público. Bueno, al final nos quitaba el sueño pero ya se hunden solos muchos de ellos los que intentan salir, creen que porque llevan el mundo del terror ya está hecho. Ya está hecha la taquilla, y duran una semana o un mes y se les va todo al garete porque son auténticas porquerías de feria.
B.S.: ¿Cuántos años llevas con tus shows?
S.S.: ¡Llevo 15 años ya!
B.S.: ¿Qué líos te traes con Nosferatu?. ¿Es tu favorito?
S.S.: Son todos, porque a diferencia de muchos actores no me pongo retos de interpretar a nadie que no tenga nada que ver conmigo, es que no me interesa.
B.S.: ¿Con qué te quedas con el humor o con el terror?
S.S.: A mí lo que me gusta es el humor… Soy un puñetero listo, yo utilizo el terror para crear mucha expectación, para cagar (con perdón) de miedo a alguien y para que así con la coña surja la risa floja; el método de escape del puñetero ser humano es la risa tonta. Estás en una silla, se te acerca un vampiro y te dice: - ¿tienes sudores? -, - ¡sí, claro! – y - ¿tienes palpitaciones cariño? -, y - ¿descomprensión compulsiva?-… Y ahí nace la risa ya, pero es producto también de esa tensión que se respira en el ambiente. Me gusta la coña pero no soy un loco del terror, sí de las películas antiguas, pero no del kétchup de ahora… (Anonadado)
B.S.: ¿Echas de menos la TV o te da la risa compararlo con semejante espectáculo?, ¿o ridículo?
S.S.: ¡No, para nada!. Tampoco he hecho mucha tele. He hecho algunos programas. A mí es que no me gusta la tele. (Apagado) Me parece aburrida, nada emocionante… No sientes nada. Es fría, es una cámara y un grupito ahí detrás y tú ahí sudando la gota gorda por intentar captar sensaciones, olores, guiños, ruidos, aplausos, risas… Todo esto es básico. Y el directo es malicioso, quiero decir, ¡se puede hacer un directo con público!, ese tipo de tele ¡sí!. Estoy valorando en un futuro hacer un leitmotiv de horrores pero con público. Yo, en realidad la frialdad de la televisión, o estos personajes tan manidos que existen en TV suenan tan feos… Y un teatro ¡es tan maravilloso!, ¡la magia del teatro!
B.S.: ¿Cuál es tu peor pesadilla?
S.S.: Bueno, que el circo esté vacío. Yo tenía una pesadilla de pequeñito que se repetía mucho y tiene que ver con el circo. Mi tío tenía un circo y yo soñaba con una especie de payaso MacDonald´s que entraba en un circo vacío, sin nadie, terminaba alrededor de la pista y se iba elevando…
B.S.: ¡¿Levitando?!
S.S.: ¡Sí!... ¡Levitando!, se iba levitando y yo, a medida que el tío subía, yo iba sudando más y taquicardia…, y se iba por la cúpula y yo me despertaba llorando. Y eso se me repitió años. Lo paradójico es que después me hiciera clown, ¡cómico!, ¡payaso!.
B.S.: Pero realmente, ¡a ti el payaso típico no te gusta!
S.S.: A ver, hay payasos tradicionales maravillosos. Yo presenté a Charlie Rivers. ¡Ostras!, ¡yo compartí el escenario! (Emocionado) ¡Una maravilla!... La guitarra, la silla…, el tío con un candor, en una poética y un buen hacer de narices. A mí los payasos tradicionales sí me parecieron muy casposos, tienen su sitio ¿no?. Cuando me dicen: - circo igual a niño -, digo: - ¡no es verdad!, ¡nunca ha sido así! -. Mi abuelo, mi bisabuelo, se vestían de Frac para ir al Price. Me parecía un acontecimiento maravilloso. Entonces tiene mucho que ver los payasos de la tele que han arrastrado y han hecho muchos países europeos. El circo es mucho más tradición de gente adulta, en Alemania, en Francia… En España es que es un país de muchos incultos respecto al circo, no hay un crítico circense decente, no hay grandes subvenciones, está muy mal protegido… La verdad es que los artistas del circo somos idiotas profundos, nos tenemos que unir más, hay que crear un sindicato, hay que potenciar más premios… Tenemos un premio nacional, ¡uno perdido que me lo han dado a mí!, pero ya está y poco más. Somos gentes demasiado dispersa, con muy pocas ganas de entenderse.
B.S.: ¿Tu mayor ilusión por alcanzar aún?
S.S.: Me decía alguien el otro día después de ver este show: - ¡jo!, ¡será tu obra culmen!, ¡esto es lo máximo! -, y le digo: - ¿pero qué dices?, ¿me estás enterrando cabrito? –. (Reímos) - ¿Me estás diciendo que después de esto…?... ¡Espero que no!. ¡Lo mejor está por llegar! -. Quiero decir, lo mejor, lo más bonito, lo más brutal, lo más creativo…, está por llegar. Y yo me moriré creando. Lo más bonito lo estoy escribiendo ahora porque para mí lo más maravilloso es la parte creativa. Una vez hecho, ¡hecho está!, ¡ya está!.
B.S.: ¿Cuánto adelgazas después de cada show?
S.S.: (Ríe a carcajadas) ¡Sí pierdo!
B.S.: ¿Cuánto te dura la adrenalina?
S.S.: Me meto vitaminas, ¡lo más grande! (me muestra en la cocina de su caravana un cesto con vitaminas y reímos) Mira, ¡los Pharmaton Complex!. Dos funciones de este show en el que además hay una cantidad de energía… Hay otros que son más teatrales, que estoy mucho más tiempo en escena y estoy mucho más tranquilo, pero en este, tirar, remar y llevar la voz cantante, ser el maestro de ceremonias, implica siempre mucho peso, pero en el próximo…, tela.
B.S.: ¿Qué es para ti el amor?
S.S.: ¡Es tan amplío!, pero acabo de pensar en Raquel, en mi chica. Pues es compartir, respetar. Hace 21 años que estamos juntos y cada vez la quiero más porque me conoce tan bien, me deja tan suelto, tenemos tan claros nuestros espacios. (Emocionado) ¡Somos súper compis!, ¡la adoro!, ¡es la mejor madre del mundo!, y la compañera que seguramente ni me merezco, ¿no?. Yo creo que me casé más con la cabeza que con el corazón y he aprendido a adorarla. ¿Por qué?, pues porque era mayor, porque soy un bala, necesitaba a alguien que me parara, que me sacara del mundo de la noche de una puñetera vez, quería tener familia, hijos… Lo hice con la cabeza completamente. Y con los años he aprendido no a quererla sino a idolatrarla.
B.S.: ¿Es tu mayor admiración?
S.S.: … Creo que admiro más a mis hijos. Por lo mucho que han sabido leerme, aceptarme. A Sara, mi hija mayor, no es que la adore, es que es la bomba, me la llevé de gira, la sometí al tercer grado, salía al escenario, la cabrita después estudiaba, sacaba todo 10, es una maravilla. Ahora está metida en interpretación, tiene una voz preciosa. No le digo tanto lo mucho que la admiro porque sino, se va a estabilizar ¿no?, pero la quiero muchísimo. Es una maravilla, creo que va a ser un pedazo de bicho de actriz, que lo va a llorar mucho también porque esto es muy duro. Lo va a sufrir sobre todo ella que es tan sentida.
B.S.: ¿Qué es para ti la locura?
S.S.: ¡Ja, ja, ja…!. ¡La locura es meterse en una empresa de 100 personas con la que está cayendo!. La locura es salir al escenario y decir lo que se te pasa por la cabeza sin pensar en las consecuencias, por eso soy un loco total que se ha metido en una empresa en la que nadie creía, nadie daba un duro por un circo sin niños. Ahí he convencido a Manuel, a mis socios, meterlos en malas bestias. Pero sobre todo en decir lo que pienso, cuando lo pienso y como lo pienso, estando el de Openbank ahí, a punto de darnos una subvención y decirnos: - ¡sois tan faltones que no puedo subvencionar el Circo de los Horrores pero sí os voy a subvencionar el Circo del Hielo -. Y yo estoy tan loco que antepuse lo que creo que tiene que ser un show en directo, Circo de los Horrores, que el dinero. No sé si habré hecho el gili, pero no me puedo cambiar.
B.S.: ¿De no dedicarte a montar estos pollos gigantes en tus circos, a qué te hubiera gustado dedicarte?
S.S.: A esto siempre, aparte no cambiaría ni una sola coma.
B.S.: ¿Tu color y por qué?
S.S.: El negro. No lo sé. ¿Por qué?, porque tengo la mente sucia.
B.S.: ¿Qué te pone?
S.S.: (Vacilándome lógicamente) ¿Qué me pone?... ¡Tú me pones!
B.S.: Defíneme a Suso Silva.
S.S.: ¡Uf!... No sé quién soy. Me estoy buscando. Lo único que sé a mis 58 tacos es lo que no quiero. Con la edad aprendes y se lo digo siempre a todo el mundo, a saber lo que uno no quiere, pero nunca vas a saber quién eres, qué es lo que quieres y hacia dónde vas, ¿no?. Yo…, a veces termino… y después de las ovaciones, de los aplausos, del subidón, de esa droga maravillosa que es el show y llego aquí, (a su inmensa caravana) y a veces me siento muy solo. Suele pasar a todos. Después de ese subidón llegas aquí, a esta puñetera caravana, yo sólo. Y te sientes, pues pequeñito, pequeñito…, cuando ahí te sientes muy grande ¿no?. Pues soy un loco enamorado de su trabajo.
B.S.: ¿No has tenido fans o locos persiguiéndote?
S.S.: ¡Bua!. ¡He tenido movidas de perseguirme, de yo ir cerrando puertas… Una mallorquina que empezó a contactar con artistas, grabando vídeos. Y el artista de turno sin comentármelo venir a grabarme una entrevista: - grabemos algo para ti y para mí -, cuando después se lo manda a ella. Yo me he enterado.. ¡Bueno…, bueno… ¡ (Alucinando) Movidas súper heavys. O puristas de circo total persiguiéndome: - ¿qué es esta mierda?, ¡maleducado! - . Persecuciones. Un tío que escribe por ahí, no recuerdo su nombre, un verdadero hijo de su madre. Me perseguía. Un detractor. Terrible. Insultándome en las redes. ¿Sabes cuál fue el secreto de quitármelo de en medio?... Caen sólos. El peor defecto ahora mismo que se puede tener es intentar jugarlo, discutirlo, hay que hacerlos oídos sordos en muchas cosas. Estamos en el ojo del huracán, en el punto de mira de mil opiniones en las redes, buenas o malas. Todo el mundo ahora tiene voz y entonces, vas a oír verdaderas animaladas. Hay que hacer oídos sordos. Entré en algún foro alguna vez a discutir y fue el peor error de mi vida porque al final te metes en una espiral. No entro, ¿sabes por qué?, porque es enfermizo, es dañino. Hay mucho veneno por ahí y no es bueno para el coco. Y sí, te lo puedes tomar con mucho humor, pero no es bueno.
B.S.: Hemos terminado. ¿Quieres añadir algo más?
S.S.: ¡A tomar viento y que ha sido un auténtico placer!
El grupo de amigas que nos acompañan en el salón de la caravana se funden con nuestras carcajadas. Nos realizamos fotos donde su sello del lengüetazo es ya toda una leyenda. Y a Nosferatu es mejor no llevarle la contraria.
Por B. SHIELDS
Escudo veraz
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