ENTREVISTA
AL GENERAL CHICHARRO
Un
hombre de honor. Presidente de la Fundación Nacional Francisco Franco
Me
encuentro ante un hombre de honor, el Excelentísimo Señor el general Chicharro.
Poseedor de una larga trayectoria militar. En
situación de reserva actualmente, ha sido el Comandante General de la
Infantería de Marina entre el 2006 y el 2011 y fue Ayudante de Campo de SM el
Rey emérito durante 4 años. Siendo desde hace año y medio presidente de la
Fundación Nacional Francisco Franco.
B. SHIELDS: ¿Qué supone ser presidente
de la Fundación Nacional Francisco Franco?, y ¿qué supone especialmente para
usted, ser el presidente de la misma?
GENERAL
CHICHARRO: Bueno.
Pues en primer lugar un reto. Un reto porque me encuentro ante la
responsabilidad de defender una figura denostada como es la figura de Francisco Franco en momentos como en los
que nos encontramos ahora y no es fácil, pero en eso estamos. Y como yo creo en
lo que significó Franco para España
que fue algo muy positivo, pues esa es mi tarea ahora. Me encuentro a gusto, me
encuentro desarrollando una labor que creo que alguien tiene que hacer. Si no
fuera yo, sería otro.
B.: ¿Qué funciones derivan para usted la
fundación?
G.
C.: La fundación es una
vocación que tiene vocación histórica, es decir, es una vocación que conforme a
lo que dice sus estatutos, tiene como fines el impulsar, el promover el legado,
el pensamiento y la obra de Francisco
Franco. Es decir, no es ninguna organización ni una asociación política, ni
nada parecido. Es una fundación como he dicho con carácter histórico de
reivindicar una figura que requiere en estos momentos una mayor importancia
porque se ha tergiversado por completo quién era Francisco Franco. Eso es realmente lo que hacemos y esa es nuestra
misión.
B.: ¿Cómo encuentra usted la situación
política en España en estos momentos?
G.C.: La política en estos momentos
es terrible, porque estamos ante la posibilidad de un gobierno social-comunista
con apoyo separatista, un frente popular que en primer lugar va contra ¡la
propia constitución en sí!, aún por mucho tinte legal como la quieran presentar
o cambiar. Encontrarse a España con un gobierno donde haya comunistas y donde
haya separatistas y terroristas que quieren romper España, pues es una
situación realmente peligrosa. Dejar el poder en manos de esta gente es muy
peligroso.
B.: ¿Considera usted que hay miedo en la
sociedad?
G.C.: ¡No!... Yo creo que la sociedad
hoy vive muy tranquila porque vivimos en una sociedad relativista moral, es
decir, una cosa es buena o mala según me afecte a mí. Entonces la gente es
acomodaticia y no siente ese peligro y tarde o temprano lo comenzarán a sentir,
porque comunistas en el poder es muy peligroso.
B.: Respecto a los valores. Como refiere a
una sociedad muy relativista moral, ¿qué opinión le merece esa falta de valores
y el desarrollo de los mismos?, ¿por qué cree que hay tanta falta de valores
hoy en día?
G.C.: Pues es triste. Es una buena
pregunta, ¡eh!. El averiguar el por qué. Yo creo que el origen de todo esto
está en que estamos en una sociedad hedonista. Por desgracia los valores han
pasado a un segundo o tercer término, y aunque esto no quiere decir que haya
gente que los defienda que hay mucha gente que los defiende y cada vez más,
porque yo siempre digo que el español es como un gato, es decir, tú a un gato
le haces, - ¡buf! – y el gato va para
atrás y va hacia atrás hasta que está contra la pared y entonces salta con las
uñas. Esa es la situación a la que nos estamos encaminando. Yo me encuentro
aquí con más gente que ni me lo imaginaba, aparecen por aquí y con la que hablo
posteriormente y están muy preocupados realmente con lo que está pasando en
España o con lo que puede llegar a pasar.
B.: ¿Se siente traicionado en su propio país?
G.C.: A ver…, yo, personalmente, aquí
en la Fundación sí me siento traicionado. Me siento traicionado por quienes
tenían que haber defendido lo que nosotros hemos decidido hace año y medio, que
es intentar evitar la profanación que se ha hecho en el Valle de los Caídos y nos hemos sentido traicionados en primer
lugar, no por el partido, sino por los dirigentes del Partido Popular, que en
un momento determinado dijeron que iban a recurrir la inconstitucionalidad del
real decreto ley por el cual se procedería a exhumar a Franco. Nos sentimos traicionados por la jerarquía eclesiástica,
que no por La Iglesia, ¡eh!. Porque La Iglesia católica existe en España
gracias a Franco, si no hubiera sido
por Franco ¡no existiría!. Y en
tercer lugar, sino ya traicionado, desde luego muy decepcionado con la actitud
del Tribunal Supremo, del Tribunal Constitucional.
B.: ¿Cree usted que el gobierno podría
ilegalizar la Fundación Nacional Francisco Franco como así amenazan?, y ¿cómo
afectaría esa ilegalización?
G.C.: ¡El gobierno lo va a intentar!. ¡No es
nuevo, eh!. Incluso ya estando yo aquí, ya tuvimos que estar pendientes de una
votación con el Senado hace un año o así y se pedía la ilegalización de la Fundación. El origen de esto es la ley
de memoria histórica. La memoria histórica lo único que pretende es borrar una
parte de la historia de España por completo, contar un relato mentiroso,
retrotraernos en una ilegítima segunda república del año 36, lo cual no tiene
sentido y el último bastión, es la Fundación
Francisco Franco. Quien lo sabe bien es el propio presidente del gobierno.
Lo dijo en un debate televisado, - vamos
a ilegalizar la Fundación Francisco Franco -. Porque…, por desgracia, es la
única organización, institución…, o como quiera llamársele que defiende la
figura de Francisco Franco.
B.: ¿A usted le parece peligroso que haya
chavales que no sepan quién era Francisco Franco?
G.C.: No es que no sepan quién es Franco, es que es peor, es decir, lo que
le han contado de Franco es mentira, ¡mentira, tras mentira, tras mentira, tras
mentira… ! y cuando se cuenta una mentira 20 veces acaba siendo verdad. Eso es
terrible, porque Franco tuvo sus
luces y sus sombras, ¡eh!, pero aquí sólo se han contado las sombras, nada más.
Y España es lo que es gracias a 40 años del régimen de Franco. Entre otras cosas es por la clase media, es decir, la clase
media no existía. España era un país mísero, ignorante, inculto, y Franco lo convirtió en la 8ª potencia
industrial del mundo. Lo colocó arriba del todo. Hoy estamos volviendo a bajar.
Luego hay productos del sistema político que implantó Franco…, ¡un sistema circunstancial!, porque Franco era un hombre que respetaba la libertad, pero él decía que
allí donde había miseria e ignorancia, era imposible que hubiera la libertad y
cualquiera que vaya por el mundo lo sabe y lo puede ver. El sistema político
actual se deriva del anterior, es decir, aquí no hubo una ruptura; aquí hubo
una reforma del sistema anterior a través de la última ley fundamental de la
reforma política y se convirtió en lo que se convirtió con posterioridad. Y eso
no hubiera sido posible de ninguna de las maneras sino hubiera existido esa
clase media potente que creó Franco.
B.: Entonces, ¿qué opinión le merece que haya
37 municipios en los que esté permitido que cada uno tenga su propio libro de
historia y que puedan estudiar en cualquier otra lengua que no sea el
castellano?
G.C.: ¡Eso es una barbaridad! y además
va contra la propia Constitución. Es
inconstitucional por completo que suceda eso. Lo que pasa es que hay una
dejación de autoridad tremenda. La ha habido tremenda. Y la dejación de la
autoridad ahí donde uno deja de ejercer su autoridad la ocupa otro. Y es lo que
ha pasado. Y esos 37 municipios, me imagino que serán en Vascongadas o en
Cataluña…, van contra la propia ley. El artículo 4 de la Constitución si no recuerdo mal, habla de las banderas, por
ejemplo; dice que la bandera española ondeará siempre en cualquier acto
público. ¡Eso lo han borrado!, no aparece en ningún lado, ni en Vascongadas, ni
en Cataluña…, y nadie dice nada. ¡Eso es inconstitucional!, ¡y ahí empezamos!
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General Chicharro y B. Shields |
B.: El que un hombre sea militar o civil y
haga un juramente y luego no lo cumpla, es un perjurio. ¿no?...
G.C.: … pues evidentemente…
B.: … y esto no es ni de derechas ni de
izquierdas. ¿Me puede explicar pues, la diferencia entre un perjurio militar y
un perjurio civil?
G.C.: No hay diferencia. El juramento
es el mismo. ¡Jurar!, ¿qué significa jurar?, significa poner a Dios por testigo
una cosa que uno se compromete a cumplir o prometer por su honor. Entonces da
igual que uno sea militar o que sea civil, es decir, los cargos públicos antes
de asumir un cargo público tienen que hacer un juramento o promesa de respetar
la Constitución o respetar las leyes. En el caso del militar va un poquito
quizás más allá, porque es un juramento a la Patria, a lo que significa la
Patria y representada a la bandera. Y claro que hay perjurio en muchísimos
casos.
B.: Bueno, no sé exactamente qué
responsabilidad puede tener un presidente de gobierno, por ejemplo.
G.C.: Bueno, lo estamos viendo todos
los días. Un presidente de gobierno tiene que atenerse a la Constitución, en el momento que se salga
de la Constitución comete un gravísimo error que debe ser reconducido, para eso
hay organismos conforme a lo que dice la propia Constitución, el principal responsable del mantenimiento del orden
constitucional es el Tribunal
Constitucional, de manera que si un presidente de gobierno incurre en una
ilegalidad contraria a la propia Constitución,
es el Tribunal Constitucional quien
deberá reconducirlo. Eso es lo que dice la Constitución.
Claro, el problema que nos encontramos es cuando el propio Tribunal Constitucional ha sido nombrado directamente por el poder
político, por el poder ejecutivo o los propios jueces y es uno de los problemas
que tenemos en España y esto se deriva de la propia Constitución, es decir, que no hay tal separación de poderes. Es
decir, ¿quién nombra al Consejo General
del Poder Judicial, quién nombra al presidente del Tribunal Supremo, quién designa a los del Tribunal Constitucional?... Se puede decir que son los
representantes de los partidos políticos en el propio Congreso. Esto es un pez que se muerde la cola porque al final, ¿a
quién responden los partidos en el Congreso?,
no responden a los votantes, responden a los intereses de los partidos; esto se
ha convertido no en un sistema democrático, sino en un sistema partitocrático y
ese es el problema gordo que tiene en mi opinión, el actual sistema democrático
en España.
B.: Volviendo a la bandera, ¿por qué cree que
hay tanto odio hacia la propia bandera española?
G.C.: Bueno, los odios se crean
también ¡eh!. Cuando hay partidos que tienen unos objetivos diferentes a los
propios del interés común crean pequeñas diferencias y una de ellas es la de la
bandera. Por ejemplo introducir hechos como que la bandera actual, - que ha
sido la bandera de España siempre desde tiempo inmemorial -, introducir
diferentes versiones pero siempre a la misma, y sobre todo la izquierda
sectaria que presenta la bandera no como un símbolo de honor. Es lo que ellos
quieren, dividir, dividir y dividir. Y la utilización partidista de la bandera
es así.
B.: Si realmente se fractura España de la
manera que se pretende, ¿qué sería España?, ¿en qué se quedaría España?, ¿qué
sería la verdadera España?
G.C.: ¡España está dividida ya!. Puede
llegar a dividirse mucho más. España ya está dividida, es decir, cualquiera que
quiera ir a Gerona por ejemplo, o a San Sebastián…, más que a San Sebastián, a
los pueblos, por ejemplo Hernani, yo que sé, a los pueblos… Montones de ellos.
Ahí se encuentra uno que España está rota. Es decir, es muy difícil educar a
tus hijos en español por ejemplo en Cataluña. Es tremendamente difícil. Por lo
tanto ya, España está rota y recomponer esto va a costar tiempo.
B.: Enfrentar a mujeres y hombres es
indecente…
G.C.: … es lo mismo, entra dentro de
la misma política…
B.: … enfrentarlos va contra natura, ¿cree
que esto es utilizado en la violencia de género?...
G.C.: ¡Sí!, ¡claro que sí!. Es decir,
el marxismo que es quien está detrás de todo esto, utilizaba siempre el
concepto de lucha de clases para separar, dividir a la sociedad. Como la lucha
de clases ya no existe porque las clases hoy están muy mezcladas… Ya la clase
media realmente ha inundado todo, la clase baja obrera prácticamente no existe.
Uno se da un paseo por los barrios obreros de Madrid y ve coches, televisiones,
aires acondicionados… Y entonces, al desaparecer la lucha de clases, se han
introducido otros elementos que son conflictivos, por ejemplo, la ideología de
género, por ejemplo toda la doctrina LGTBI,
por ejemplo, pues todo esto… Por eso están ahí metiendo cuñas y es lo que
utilizan. El mismo cambio climático, la izquierda se ha adueñado del cambio
climático. La manifestación del otro día era una manifestación asumida por la
izquierda, como si la derecha no estuviera de acuerdo y no le afectara. Otro
ejemplo muy concreto en Madrid es el Madrid
Central. Se podrá estar de acuerdo o no, pero lo han hecho un asunto
político. ¡Y la izquierda se ha adueñado de la defensa del Madrid Central como si la derecha estuviera en contra de ese
espacio!. Como la niña ésta que nos han traído aquí a España, Greta
Thunberg, lo que
no cuentan es que para hacer los relevos del catamarán de los 21 tripulantes
que llevaba, a todos los han llevado en avión… (Con tristeza). La verdad es que
a la pobrecilla la están utilizando y manipulando. Y luego, ¿cómo han venido
aquí todos los representantes del cambio climático en Madrid?, ¡en aviones!,
¿no?, ¡y luego coches!... Es que es ridículo.
B.: Mi General, usted fue Ayudante de campo
de Su Majestad el Rey emérito durante 4 años hasta hace poco. ¿Qué ha supuesto
para usted esta trayectoria?
G.C.: Bueno. Vamos a ver, yo fui
Ayudante de campo de Su Majestad y
para mí fue un honor y lo vuelvo a decir. Estuve 4 años ahí, pero para mí no ha
sido más que un destino más. Los medios muchas veces recalcan esto pues porque
llama mucho más. Pero yo he sido Comandante de batallón, Comandante de un
tercio, Jefe de una brigada, Capitán de una compañía…, y yo estaba tan hecho a
mis cometidos y mi misión militar en un sitio que en otro. El espacio que estuve de tiempo con Su Majestad el Rey pues sí, es un honor
y así lo reconozco.
B.: ¿Cree que Franco regresará al Valle de
los Caídos?, ¿podría adelantarnos legalmente cómo se presenta la probabilidad
de que así sea?
G.C.: Honradamente creo que no. Me
gustaría pero honradamente creo que esa posibilidad ya no existe. Ahora
probablemente no. La lucha va a ser legal, va a ser que se pueda llevar al Generalísimo y a su mujer a donde su
familia quiere que vaya. Si su familia quiere que vaya a la cripta de La Almudena, ese va a ser nuestro
cometido, nuestro objetivo a alcanzar. No solamente desde la fundación sino de
la propia familia. Pero en cuanto a volver al Valle de los Caídos, creo que no. ¡Para qué voy a decir otra cosa!.
Creo que no.
B.: Esta pregunta plural es de un asiduo
lector que me pide hacérsela. ¿Es racional odiar a los muertos?. ¿Qué
beneficios reporta esa conducta?. ¿Vivimos en una sociedad enferma?
G.C.: A los muertos hay que dejarlos en paz. A los
muertos ya tienen quien le juzgue para el que sea creyente, a los muertos ya
tienen al que está arriba que les va a juzgar. Los vivos no tenemos que
meternos con los muertos. Hay frases épicas en relación con este hecho en sí
que ha pasado en España. Las más famosas son las de Napoleón, Carlos I a
propósito de los muertos. Decía Napoleón
que, - vengarse de los muertos es un acto
de cobardía -, y Carlos V decía
algo parecido a lo que acabo de decir yo, en cuanto a Lutero, - no, Lutero se queda
porque ya tienen quien le juzgue -. Lo que ha pasado con el Generalísimo Franco en el Valle de los
Caídos es muy triste y lamentable, porque lo que se ha hecho es una
profanación, pues exhumar un cadáver sin el permiso de su familia, aquí y en
Lima se llama profanación. Y es lo que se ha hecho. Era un tema que estaba ahí,
ya nadie estaba en esta historia, la han creado de nuevo además contando mentiras
una detrás de otra. Detrás de esto subyace además el hecho en sí, si Franco quiso ser enterrado allí y nadie
lo sabe. Sé fehacientemente que nadie lo sabía, ni su propia hija. Y yo creo
que él no pensaba ser enterrado allí, pero lo enterraron allí porque entonces
¡fue la cosa más normal del mundo!, es decir, ¡nadie se extrañó de que lo
enterraran en el Valle de los Caídos.
¡Nadie!. Y nadie dijo nada. Pero claro, estamos ante una izquierda, sobre todo
la representada por los últimos tiempos por Zapatero
y por Pedro Sánchez y lo han buscado
como motivo de confrontación y además lo han utilizado políticamente, porque
efectivamente, con esto ha dividido a la derecha y a más gente no solamente de
la derecha, con la batalla que emprendió el señor Sánchez para exhumar a Franco de ahí.
B.: ¿Cómo ve el futuro del Valle de los
Caídos?
G.C.: Pues lo veo negro. Lo veo negro
en el sentido de si triunfa la coalición del frente popular, lo veo muy negro
no porque yo lo vea negro, es que lo han escrito, está escrito. Es decir, ellos
no lo esconden. La actual ley de memoria histórica, la vigente no dice nada,
pero ya las propuestas de modificación de la ley de memoria histórica, que le
llaman propuesta de ley de memoria histórica y democrática, ahí dice ya, que el
Valle de los Caídos se va a convertir
en un cementerio civil. Luego entran en terrenos muy resbaladizos que dicen que
van a exhumar a todos… Es imposible porque nadie sabe quiénes son los que están
allí. No tiene sentido. Y en última instancia está la Cruz. Los únicos que se han definido de forma directa han sido los
comunistas, Podemos, que dijo que hay que demoler la Cruz. Es decir, si pudieran lo harían. No creo que sean capaces de
llegar a eso, pero desde luego, si pueden, lo harán. Lo han escrito, es decir,
el futuro del Valle de los Caídos es
una de las luchas en las que nos vamos a ver envueltos dentro de poco otra vez.
B.: ¿Qué significa para usted la democracia?
G.C.: La democracia es un sistema ya inventado en
tiempo de los griegos, es un sistema político en el cual yo considero que
efectivamente es el pueblo quien tiene la soberanía, reside en el pueblo. Es el
pueblo quien tiene que decidir. Lo difícil es ya, encardinar esa democracia, es
decir, ¿cómo se encardina?. Lo que es el sentimiento del pueblo en un sistema
político. Hay muchas formas, una de ellas es en la que nos encontramos en la
actualidad, en la cual, yo francamente he de decir que no creo mucho en esto
tal y como está constituido ahora mismo en España. Vuelvo a decirlo, los que
dominan ahora mismo esta situación son los partidos políticos. El artículo 6 de
la Constitución dice que los partidos
deben ser reflejo del sentimiento de lo
que dice el pueblo. Y eso es verdad. Ahí estoy de acuerdo. El problema es que
esto ha quedado tergiversado. Entonces el pueblo al final aunque se lo crea no
pinta nada porque al final son los intereses de los propios partidos y los que
mandan sobre esos partidos.
B.: ¿Puede definirme qué es el miedo?
G.C.: (Sorprendido) ¡¿El miedo?!... El miedo,
todos tenemos. Hay miedo a la muerte, hay miedo al ridículo, hay miedo a la
pérdida de un prestigio… Hay muchas clases de miedos. Lo que diferencia a los
hombres muchas veces ante el miedo son las personalidades o las características
de cada uno de ellos a la hora de enfrentarse a ese miedo. Con más valor o con
menos valor.
B.: ¿Qué significado tiene el coraje y el
valor?
G.C.: Es la expresión humana de enfrentarse al
miedo. Realmente. Al miedo que no tiene que ser un miedo a la muerte ¡eh!.
B.: ¿Qué es empatía?
G. C.: ¡¿La empatía?! Empatía es, digamos que la forma de simpatizar o
de adentrarse o de ser capaz de integrarse con las ideas o con las personas o
con lo que tú quieras. Es decir, yo puedo tener empatía por lo que piensa un
grupo determinado o por un equipo de fútbol. Es decir, me siento identificado.
La empatía además muchas veces es repentina, solamente con ver a una persona se
siente empatía o no por esa persona.
B.: Y ya por último, defíname al General
Chicharro.
G.C.: ¿Al General Chicharro?. Bueno, eso sí que es una pregunta difícil.
(Sonríe) Ante todo soy militar y me siento militar. Me he criado como militar y
lo llevo no solamente en los genes por ascendencia sino también por la propia
formación que uno recibe en la Escuela
Naval Militar en mi caso y que vas desarrollando a lo largo de toda tu
vida. ¡Militar!. Y por tanto me siento ligado a los valores que representa el
ejército, que representa la armada en mi caso. El sentimiento del honor, el
sentimiento de la satisfacción del deber cumplido, el sentimiento del dedicar
toda tu vida a alcanzar unos objetivos. Y en mi caso, ya que me preguntan que
me defina, yo no sé si lo he conseguido o no, lo que sí sé es que desde luego
siempre lo intento, pero evidentemente caigo y caigo y tropiezo y muchas veces,
a veces no estoy muy contento a lo largo de mi vida con algunas cosas que he
hecho mal, pero eso no quiere decir que lo haya hecho a conciencia, ha sido por
errores propios. Yo me considero una persona sencilla, una persona honrada,
honesta y que procuro vivir conforme a unos valores. Y eso además es lo que he
intentado transmitir a mis tropas, a mis soldados, a mis oficiales, y en mi
casa a mis hijos y nietos.
B.: Mi general, espero que se haya sentido
muy a gusto y le agradezco sinceramente esta entrevista.
G.C.: Muchas gracias. ¿Ya está? (Sonriendo
satisfecho)
Por B. SHIELDS
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